Este carnaval se distribuirán 1.300.000 preservativos de barrera (condones) en el país, informó a Cambio la ministra de Salud, Ariana Campero.
El Ministerio de Salud identificó que en época de carnaval se incrementa el riesgo para adquirir una infección de transmisión sexual (ITS) y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), es por ello que cada año se acostumbra intensificar las campañas de prevención.
Un objetivo adicional es prevenir los embarazos no deseados, que también se incrementan en esta época.
La Ministra señaló que se debe incentivar el uso del condón porque el 97% de los casos positivos de VIH se transmitió por vía sexual, mientras que el restante 3% fue de madre a hijo. Otra vía de transmisión se da por transfusiones sanguíneas.
Sin embargo, Campero explicó que en los últimos cinco años no se presentaron casos de contagio por la vía de la transfusión de sangre.
Para la autoridad, lo importante es la prevención, es por ello que el Ministerio de Salud programa una serie de ferias y campañas para todo el año con la posibilidad de que la gente que asiste a ellas pueda hacerse la prueba rápida de detección del VIH.
La idea es llegar a los grupos etarios que presentan mayor incidencia, jóvenes de 20 a 35 que ocupan el primer lugar, adolescentes en la segunda instancia y finalmente los mayores de 35 años. No obstante, en el caso de los adolescentes resulta penoso aceptar los preservativos que se obsequian en estas ferias.
“Se observa que se acercan con miedo y usualmente suelen esconder muy bien los preservativos por temor a que un maestro o sus padres los encuentren”, explicó Ángela Cervantes, especialista en Pedagogía.
Opiniones
Cambio realizó un pequeño sondeo para averiguar qué reacción tendrían los padres al hallar un condón en el bolsillo de sus hijos adolescentes. Aparentemente todos aseguraron ser comprensibles.
Alfredo Guillen, empresario: “Me quedaría tranquilo y satisfecho, ya que sería una señal de que mi hijo tomó en cuenta mis consejos”.
Susana Soliz, ama de casa: “Si es un adolescente entre 12 y 15 años, sorpresa nos escuchan, pero no pensaba que sería tan pronto el inicio de su actividad sexual; si es arriba de los 15, por lo menos se está cuidando y algo nos han entendido de esas pláticas creo diarias”, precisó.
Víctor Hugo Rojas: “Lo dejo en el mismo lugar, mi hijo tiene 12 y ya hablé de eso con él, haría lo mismo si fuera mi hija”.
No obstante, aunque las respuestas son coherentes, absolutamente todos tuvieron que meditar antes de responder y en la mayoría de los casos sus mejillas se enrojecieron para revelar algo de vergüenza.
En los sectores más alejados suele ser peor, es la opinión de Maritza Quintana, recientemente hizo prácticas de Enfermería en la población de Chulumani, La Paz. “En los pueblos es más complicado porque cuando un adolescente compra un preservativo en una tienda o en la botica, antes de que llegue a su casa la mamá ya se enteró y usualmente suele regañar al hijo, pero si se trata de una jovencita, sin embargo, creo que con el acceso a la comunicación por lo menos las y los jovencitos están más informados”, dijo Quintana.
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