Ladrillos destruidos, parte del muro perimetral destrozado, el material de ripio y arena disperso por todos lados, además de un cuarto rústico para guardar algunos materiales, es lo que quedó de un hospital de segundo nivel en San Lorenzo que debía ser concluido en 2013. En el lugar ahora pastean las cabras.
La obra está emplazada en la comunidad de Rancho Norte, sobre la nueva ruta hacia Falda La Queñua. El muro perimetral, que ya estaba terminado hace varios meses, comenzó a ser destruido hace cinco días atrás y nadie se explica el ¿por qué? La obra está paralizada y ya se invirtieron recursos. Existen rumores de que la obra está siendo demolida porque los terrenos no están legalizados, pero en la Alcaldía nadie niega a afirma ese entredicho.
Para la construcción de ese hospital de segundo nivel se firmó un acuerdo, en octubre de 2012, entre la alcaldía de San Lorenzo y el Ministerio de la Presidencia, para que se inyecten recursos del Programa Nacional “Bolivia Cambia Evo Cumple”. El monto de inversión superaba los nueve millones de bolivianos, eso contemplaba la construcción del hospital del nosocomio y cuatro tinglados para el municipio de San Lorenzo.
Manuel Cuenca, presidente de la Organización Territorial de Base (OTB) de la zona central de San Lorenzo, explicó que desconoce los motivos por el que se está destruyendo el muro perimetral. Aseguró que la obra ya debió concluirse o por lo menos debería tener un significativo avance.
“La construcción de este hospital de segundo nivel debía ayudar a la zona alta y baja de la provincia Méndez. Específicamente a los municipios de El Puente y Yunchará, para no estar yendo al San Juan de Dios—manifestó Cuenca–.Lamentablemente el hospital está parado hace mucho tiempo y lo peor de todo es que están destruyendo lo poco que se construyó y eso nos preocupa”.
Indicó que hacer un vaciado con las dimensiones que tenía el hospital tiene un costo significativo, como el cemento, ripio, arena y ladrillos que ahora están siendo destruidos. “Para hacer un vaciado y sacar el fierro y votar el escombro, es platita, ahora no sabemos si tienen plano o hicieron mal sus cálculos que ahora todo lo están sacando. ¿No será que hay un daño económico?”.
Aseguró que el hospital que funciona actualmente en San Lorenzo no reúne las condiciones para brindar un excelente servicio y es por ello que la población prefiere trasladarse hasta el hospital de la capital San Juan de Dios.
“Lo preocupante es que el hospital que hay no brinda condiciones y es por ello que urge este nosocomio de segundo nivel —añadió–. Pedimos a las autoridades y al mismo presidente Evo Morales que nos ayude a que avance este proyecto”.
En la Alcaldía no responden
EL NACIONAL en reiteradas oportunidades intentó comunicarse con el alcalde, Juan Carlos Gutiérrez y con el secretario General, Álvaro Surita. Sin embargo, ninguno atendió el requerimiento periodístico pese a la insistencia durante dos días. Similar silencio se tuvo cuando se trató de hablar sobre el problema de la basura.
Cuando se firmó el convenio con el Ministerio de la Presidente, en 2012, el Alcalde de San Lorenzo dijo, a través de la Red Aclo, que el proyecto estaría listo en menos de un año con la contratación de la empresa constructora.
“El convenio contempla tinglados para cuatro comunidades del municipio, entramos en cumplimiento de la Ley y esperamos hasta fin de año proceder con la construcción del hospital y los tinglados que son una necesidad de la población mendeña”, dijo Gutiérrez. El proyecto no tiene avances y lo poco que se construyó ahora está siendo demolido.
losDATOS
El proyecto tiene destinado 9 millones de bolivianos para el hospital y tinglados.
El hospital en construcción es de segundo nivel y está ubicado en Rancho Norte.
elAPUNTE
El hospital trabaja con sólo tres funcionarios
JOSUE HEBER ACEBEY C./EL NACIONAL
El actual hospital de San Lorenzo trabaja solo con tres funcionarios de turno durante los fines de semana. Eso implica una médico general, una enfermera y el chofer de la ambulancia. Cerca de 30 a 40 pacientes deben esperar su turno y en casos extremos sobrepasan los 50. En la semana el número de trabajadores es de 45 aproximadamente entre médicos especialistas, enfermeras, personal de limpieza y administrativos.
El médico de turno del sábado 26 de julio, Yarid Ordóñez explicó que es necesario aumentar el personal, puesto que en caso de un accidente deben salir todos del turno, dejando el servicio. Los pacientes enfermos deben esperar hasta que vuelvan los que están a cargo del fin de semana.
“No es lo adecuado trabajar así, consideramos que debe haber personal de apoyo, ya sea una enfermera y un médico más—explicó Ordóñez–. Como somos cabecera de red de salud está abierto las 24 horas. Cubrimos todas las comunidades cercanas que son más de 30 que están bajo nuestra responsabilidad”.
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