Geraldine Ovando, cineasta de profesión y su esposo decidieron repetir la experiencia de tener a su segundo hijo mediante el parto intercultural en la clínica CIES (regional La Paz), centro que garantiza todas las condiciones para lograr con éxito los alumbramientos bajo el enfoque tradicional y científico.
Fernando Álvarez, gerente regional de la institución, destacó que la clínica tiene la capacidad de atender un parto humanizado, con la asistencia de una partera, como también una complicación que termine requiriendo una cesárea.
“Creemos que es un derecho de las personas poder elegir mediante un plan de parto donde estipula la madre cómo quieren tener al bebé, en qué posición, bajo qué circunstancias y nosotros les ofrecemos esas condiciones”, afirmó a Cambio.
15 partos humanizados
De acuerdo con Álvarez, en el último año y medio la clínica CIES Salud Sexual Reproductiva atendió 15 partos interculturales. El último que se produjo fue el de la familia Longo Ovando, por el que el pequeño Itamar llegó a este mundo en perfecto estado y pesando 3,5 kilogramos, el 2 de julio.
Según criterio de la madre, realizarse un parto humanizado devuelve a la mujer el derecho de decidir y unir dos visiones, la tradicional, pero bajo la seguridad de una clínica con sus recursos tecnológicos y profesionales ante cualquier contingencia. En su caso se tuvo que realizar finalmente una cesárea.
“Creemos que es super importante volver a dar a la mujer el derecho que generalmente se ha perdido en las clínicas, como es el derecho a decidir cómo quiere tener su bebé, en qué tiempo y bajo qué reglamentos, que muchas veces se aplica sin consultar”, afirmó.
“Todo comenzó el miércoles, yo estaba en proceso de dilatación empezando el trabajo de parto, entonces llamamos a la partera, doña Valentina, quien vino a la clínica, donde nos recibió el equipo médico de CIES y nos permitieron iniciar todo el trabajo de parto y que duraría una dos horas”, relató la flamante madre.
Por su lado, Álvarez explicó que una vez que ingresa la paciente se va permanentemente monitoreando la frecuencia cardiaca fetal, viendo los signos vitales del bebé y si el trabajo de parto a cargo de la partera está avanzando de forma adecuada y progresiva.
Asimismo, se hace un partograma, que es un registro donde evaluamos si es adecuado el proceso de parto. La madre, una vez que es internada, recibe la atención de la partera que la acompaña permanentemente.
En este caso, pese a todos los métodos empleados por la partera tradicional, luego de una evaluación conjunta, se decidió practicar una cesárea priorizando el bienestar de la madre y el niño.
La partera trabajó con la ayuda de enfermeras, después de tres horas de labor, probando diferentes posiciones, masajes en la espalda y vientre, caminatas, respiraciones y otras técnicas, vimos que el parto no estaba avanzando, entonces el equipo médico de CIES intervino. “Todo fue bastante organizado, estamos muy contentos por todo el proceso”, aseguró la madre.
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