Los tres hechos se registraron entre el sábado y el domingo en dos ciudades capitales del país, además las tres víctimas tenían sospechas de tener el virus. Según médicos y funerarias, los tres casos ponen en evidencia fallas en la aplicación de los protocolos –tanto para la atención de pacientes o sospechosos de Covid-19 como para el manejo de los cadáveres- y el colapso de los hospitales en La Paz y Cochabamba.
Mediante videos y fotografías, familiares de personas con síntomas del coronavirus denunciaron ayer que no recibieron atención del Hospital Municipal de Cotahuma de La Paz, centro de referencia para atender a pacientes con este virus. En el audiovisual se observa a una persona tendida dentro de un minibús mientras sus familiares claman por auxilio en la puerta del centro hospitalario. Según la Alcaldía, el paciente no murió en puertas del nosocomio edil. La comuna indicó que la persona llegó sin vida.
Según el director de Salud de la Alcaldía de La Paz, Cristian Pereira, el sistema de salud y el manejo de pacientes tienen un protocolo que se dispara en el sistema público a través la línea 168 y en el seguro social a través de cada ente gestor. Indicó que cuando llega un paciente a un hospital Covid debe ser referido de algún lugar. Sostuvo que no puede llegar un enfermo de forma directa porque detrás están las ambulancias con otros derivados de otros establecimientos.
La anterior semana, muchos ciudadanos fueron al Hospital de Cotahuma en busca de atención. Pero el director de este establecimiento de segundo nivel, Martín Carrasco, dijo que no es el procedimiento. Explicó que las personas que no tengan un seguro social deben llamar al número telefónico 168 del Sedes de La Paz.
Una brigada tendrá que llegar hasta el domicilio del enfermo, tomarle la muestra para detectar si contrajo o no la enfermedad y evaluar su estado general. En caso de que salga positivo y se trate de un caso leve, la persona deberá aislarse en su domicilio o se determinará su traslado al ex-Hotel Radisson. En caso de ser moderado, se definirá su trasladado a los hospitales La Portada o Cotahuma.
En esa ocasión, el director del hospital afirmó que en caso de que llegue hasta sus puertas una persona en una situación crítica será atendida de inmediato.
Desde la anterior semana, varias personas denunciaron que “nadie contesta” en la línea 168 o que los equipos de respuesta rápida del Sedes “se demoran en llegar” a las casas para las tomas de muestras.
Según un médico -que prefirió guardar su nombre en reserva- hay muchos problemas y quejas por la demora en la toma de muestras a los sospechosos. Indicó que este punto del protocolo se debe mejorar de forma urgente. Con una mirada similar, el director del Sedes, Ramiro Narváez, reconoció que se debe reformar el trabajo de los equipos de respuesta rápida.
Narváez dijo que se mejorará el centro de llamadas. Indicó que los centros de aislamiento y establecimientos de salud para Covid ya están al tope. “La capacitad instalada de los hospitales está prácticamente rebasada”, sostuvo.
Ante la demanda de pacientes positivos, la autoridad anunció que alistan la habilitación del hospital del Sur y dos centros de aislamiento.
Dolor en Cochabamba
Respecto al manejo de los cadáveres de Covid-19 o sospechosos, Juan Carlos Orellana, presidente de la Asociación de Funerarias de Cochabamba, explicó que hay fallas en la aplicación y la coordinación del protocolo. “El Gobierno y los médicos no establecieron una forma de cómo seleccionar a los fallecidos. Entonces todos se ponen en investigación (en el certificado de defunción. Esta situación provocó el incremento de la demanda del crematorio”, sostuvo.
Además, según Orellana, los funcionarios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) y el Servicio Departamental de Salud (Sedes), quienes se encargan de emitir el certificado de defunción están al tope y ya no tienen abasto para atender a los dolientes. “No critico a la Felcc, pero no puede abastecer. Tiene mucho trabajo”, dijo el representante de las funerarias
El certificado de defunción es requerido por las funerarias para levantar un cuerpo. Por esta situación, según Orellana, las familias se ven obligadas a mantener los cadáveres de sus queridos en sus casas hasta por ocho días. Hasta esta situación se suma la saturación del horno crematorio y el cementerio general de Cochabamba.
Orellana sostuvo que el protocolo no exige a las clínicas y establecimientos privados la habilitación de depósitos para los cadáveres y dan entre seis y 12 horas para retirar los cuerpos. Este hecho provocó que varias familias se vean obligadas a trasladar los cuerpos de sus seres queridos de los centros de salud a sus casas. En las últimas horas, según el representante de las funerarias, entre 20 y 30 cadáveres permanecen en sus domicilios.
Otro problema es la falta de coordinación entre la Felcc y el Sedes, si uno se atrasa, el otro no puede avanzar. Esta situación se puso en evidencia ayer cuando el cuerpo de Jorge M., de 54 años de edad, quien falleció con síntomas de coronavirus (Covid-19), se encontraba tendido por 24 horas en una calle de la Llajta. Según testigos, la persona perdió la vida mientras buscada atención médica en la OTB Universitario Alto, en la zona sur de Cochabamba. Luego de denuncias y protestas de los pobladores el cadáver fue recogido por una empresa funeraria.
Un vecino contó que nadie se quiso hacer responsable del cadáver, los de la Felcc sólo llegaron hasta el lugar para envolverlo con plástico negro y lo dejaron en la acera de la avenida Petrolera, según el diario Opinión. Mientras que personal del Sedes le tomó muestras y también se retiró sin trasladar el cuerpo a la morgue o al cementerio.
Las proyecciones de Ministerio de Salud
Gobierno La ministra de Salud, Eidy Roca, dijo ayer que las proyecciones epidemiológicas señalan que Bolivia tendrá 130 mil casos de coronavirus hasta agosto próximo. Según la autoridad, esta situación obliga a todos los bolivianos a adquirir nuevos hábitos y disciplina para prevenir la propagación de la enfermedad.
Plan Según la Ministra de Salud, la cuarentena rígida que declaró el Gobierno, entre marzo y mayo para prevenir la propagación del virus, evitó más de un millón de contagios y la pérdida de miles de vidas en el país. “Sabemos del sacrificio que representó la cuarentena para las familias bolivianas, cuyos ingresos dependen del trabajo diario, pero en ese momento no había duda que lo que se debía elegir era el cuidado de la salud y protección de la vida de nuestra gente”, dijo.
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