El pasado sábado el director del Complejo Hospitalario Viedma, Eduardo Amaya, llegó hasta el servicio de Emergencias del hospital, donde una mujer denunció que esperaba una cama para ser atendida desde el viernes. En el lugar, una enfermera le explicó que no había espacio, pero pudo verificar que cuatro camas estaban vacías.
Esta situación, le llevó a concluir que el personal no tiene calidez y hay maltrato. Para contrarrestar esta realidad dijo que se buscará la capacitación y evaluación del rendimiento del personal. Así lo informó durante la rendición pública de cuentas, ayer.
Por otro lado, explicó que está previsto que los mejores estudiantes accedan al hospital para realizar sus prácticas.
“Entrarán con examen de competencia porque tienen que venir a estudiar y trabajar”, indicó.
Dijo también que ante la necesidad de recursos económicos se analiza la posibilidad de que el 30 por ciento de los estudiantes que están en el hospital sea de la universidad privada.
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