Cinco trabajadores del hospital Obrero, dependiente de la Caja Nacional de Salud (CNS), cumplen, este jueves, su segundo día de huelga de hambre y el sindicato de esta institución informó que este mediodía determinará si refuerzan el piquete de huelga o ingresan en un paro de actividades.
Fernando Alpire, dirigente de los trabajadores de la CNS, informó a EL DEBER que, pese a la protesta instalada el miércoles, no han sido escuchados por los directivos del hospital por lo que en una asamblea general, este mediodía, determinarán las medidas a seguir.
Alpire explicó que los protestantes demandan mejores condiciones de trabajo en el hospital Obrero y la contratación de más personal. “Somos maltratados por los asegurados a la Caja de Salud porque no tenemos condiciones para darles una mejor atención”, dijo.
El hospital Obrero, ubicado entre las avenidas Alemana y Paragua, empezó a atender en septiembre. Tiene capacidad para 400 camas pero solo hay 124. Los pacientes se quejaron de que hay salas que no cuentan con cortinas y que son azotados por el sol.
La apertura de este nosocomio se lo hizo en septiembre, con la finalidad de descongestionar la atención del edificio central de la CNS, en la avenida Cañoto, pero “aquí también nos toca atender a los pacientes en los pasillos, la situación no ha cambiado”, aseguró Alpire.
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