domingo, 16 de noviembre de 2014

La revolución de las batas blancas avanza en Bolivia

Cuatro mil personas jóvenes y señoritas del país estudiaron medicina becados en la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana (ELAM). De ellos, 2.500 prestan sus servicios en las zonas rurales más alejadas y otros continúan sus estudios de especialización en la Isla, informó Alison Gómez Agostopa, representante de la Asociación Nacional de Médicos Graduados en Cuba.
“La ELAM se creó el 15 de noviembre de 1.999 con una visión solidaria del Comandante Fidel Castro. Nació luego del paso de los huracanes Georges y Mitch que provocaron desastres, muertos y heridos en El Caribe. Su objetivo es formar médicos becados para que presten servicios en sus países de origen”.

Fidel y la Elam
Allí, en la Escuela, dijo Gómez, los y las estudiantes aprender a tratar a los pacientes en forma integral: desde las ópticas biológicas, psicológicas y de su entorno social. “Allí recibimos una instrucción humanista, internacionalista y de servicio profesional a quienes lo necesiten. Trabajamos en las comunidades rurales”, manifestó Gómez.
La ELAM funciona en una infraestructura que perteneció a la Escuela Naval Cubana. Cuando se inauguró, los estudiantes becados trabajaron en su refacción “junto al comandante Fidel Castro, quien se ocupó en las tareas del pintado y ubicación de ambientes. Él es muy detallista”, recordó Gómez.


Programa Mi Salud
Con esa formación profesional, 2.500 médicos que estudiaron en Cuba trabajan en diferentes programas del sistema nacional de salud. Perciben un sueldo promedio de 5.000 bolivianos. El proyecto más importante es Mi Salud, con el que los servicios médicos llegan a los domicilios más humildes, dijo.
MiSalud atendió a un millón de personas hasta junio pasado. En el campo, la gente tiene mucho recelo y desconfianza. Los médicos entraron en los hogares luego de tres o cuatro intentos. Hicieron las revisiones médicas y sus diagnósticos, conocieron sus problemas y crearon sus archivos de historia médica familiar.

Una vivencia
Gómez es oftalmóloga. Tiene grabada en sus retinas y el corazón una vivencia humana. Ocurrió el 2005 cerca a Patacamaya. Doña Lucia, una anciana sin vista cuidaba a sus dos nietos, uno de 12 años y otro de seis. Como no veía no quería salir de su casa. Luego de mucha insistencia aceptó la cirugía. Se la trajo a La Paz, luego de la operación, al conocer a sus nietos lloró de alegría y expresó un verdadero y profundo agradecimiento que conmovió a los médicos bolivianos y cubanos.

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