El trato inhumano, la contratación excesiva de personal administrativo, los actos de corrupción, la falta de protocolo en emergencias, la venta de plazas de camas y la ausencia de control de ingreso y salida del personal de salud son algunas de las irregularidades que encontró el Ministerio de Transparencia en la Caja Nacional de Salud (CNS). Su titular, Nardy Suxo, anunció la intervención de la institución.
"Hemos evidenciado que hay un excesivo contrato de personal administrativo y no de especialistas como médicos. Además, no se da una atención adecuada a los afiliados. Ellos se quejaron de maltrato de enfermeras, auxiliares, médicos y personal administrativo. Un maltrato que pasa a la intolerancia”, destacó Suxo.
Asimismo, comentó que en medicamentos se verificó que muchos pacientes reciben fármacos que no tienen nada que ver con su enfermedad. "No hay control de ello. Hay pacientes que ingresan con dolor de riñón y salen con dolor de pulmones”.
Destacó que, entre otras anomalías, no se cuenta con un procedimiento de atención en emergencias, porque encontraron a pacientes internados por varios días en esa área cuando había camas libres. "¿Eso qué significa? Que (el personal) esperaba un monto de dinero para pasarlos a sala”, dijo.
Remarcó que no se realiza ningún control de ingreso ni de salida a los médicos, que en Santa Cruz el hospital se presta camas de otros policlínicos y que no se ejecuta el total del presupuesto. "En 2013 se ejecutó sólo el 63% de su presupuesto y tenía 130 millones de bolivianos no ejecutados. Eso significa daño económico al Estado”.
La autoridad explicó que esas falencias y muchas otras fueron detectadas en un trabajo de verificación de hospitales y policlínicos de la CNS en todo el país, que realizó el Ministerio a la cabeza de la viceministra Jessica Saravia, junto a la Central Obrera Boliviana (COB) desde julio. El informe final lo presentaron ayer a la dirigencia de la COB y al Ministerio de Salud por separado.
Suxo reprochó la actitud del directorio, integrado en su mayoría por dirigentes de la COB. Recalcó que su tarea no es repartir bienes o "pegas”, sino fiscalizar y denunciar, por eso pidió al máximo ejecutivo de los trabajadores, Juan Carlos Trujillo, hacer cambios en sus roles.
A su turno, Trujillo, a tiempo de entregar una carpeta de denuncias, pidió a la autoridad la inmediata intervención de la institución y la aplicación de "mano dura” contra la corrupción, ante denuncias de un pésimo servicio.
"Vamos a tener que hacer la intervención. Pero pedimos a la COB que nos acompañen en la intervención”, afirmó Suxo.
El gerente general de la CNS, René Bustillos, manifestó "su alegría” porque la COB y Transparencia se preocupen por la institución que preside y que además asuman una actitud de crítica la cual "se acepta”. Comentó que la corrupción viene de años y que hay problemas de infraestuctura y servicio.
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