La auditoría externa realizada por el Servicio Departamental de Salud (Sedes) establece que Erick Claros, a quien se le negó la atención en la unidad de Emergencias del hospital Viedma durante la madrugada del 18 de agosto, por falta de espacio en la Unidad de Terapia Intensiva, murió en una clínica privada.
El médico auditor del Sedes, Julio Ledezma, informó que el herido permaneció cerca de una hora al interior de una ambulancia, desde la 1.20 de la madrugada, en la puerta del Viedma, y sufrió una paro.
Después de ser reanimado fue trasladado al hospital Univalle, donde tampoco fue atendido porque no tenían espacio en su UTI, señala el documento.
Finalmente, los médicos internos que lo trasladaron desde el hospital Manuel Ascencio Villarroel, de Punata, lo llevaron a la clínica Morales.
Allí sufrió un segundo paro cardiorrespiratorio y después de ser internado en terapia intensiva, falleció por la gravedad de su estado.
Ledezma recordó que la auditoría determinó la investigación al jefe de guardia del Viedma y a dos médicos residentes de la unidad de urgencias porque se confirma la falta oportuna de atención.
La unidad jurídica del Sedes tiene un plazo de tres meses, desde el primero de octubre, para emitir un informe donde se establezcan todas las responsabilidades.
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