Ante el riesgo de desplome del frontis del edificio del Hospital General "San Juan de Dios", autoridades departamentales y de salud resolvieron iniciar un plan de desalojo progresivo para reubicar algunas áreas y no se corra el riesgo de sufrir algún accidente que afecte la seguridad física de trabajadores, personal de salud y de la población en general que acude al centro médico, donde se reportó varias rajaduras en las paredes.
Este edificio, según los pocos datos históricos con los que cuenta el directorio, funcionó como "Hospital Municipal" desde 1883, con el apoyo de las hermanas de la caridad "Hijas de Santa Ana", en la parte posterior lo que ahora es el patio se cuenta que se encontraban pabellones, como caballerizas.
Según información proporcionada por el exdirector de Patrimonio del Gobierno Municipal de Oruro, Carlos Delgado, la estructura original del edificio fue demolida, luego construyeron una nueva en 1987 destruyendo una construcción patrimonial de mucha importancia. La catalogación realizada en 1993 por el entonces Instituto Nacional de Cultura, no contempla este hecho físico arquitectónico, precisamente por la pérdida de sus principales elementos.
El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Oruro, Johnny Vedia, mencionó que después de conocer que esta infraestructura no está catalogada como patrimonial, se procederá a elaborar un proyecto para la construcción del nuevo frontis de aquel nosocomio.
Para este cometido, informó Vedia, se organizaron cuatro comisiones: una es la comisión de gestión, al mando del director del Sedes y el director del Hospital "San Juan de Dios", Grover Bustamante, que buscarán financiamiento para el proyecto de inversión; la comisión operativa que está encargada del traslado de las personas que trabajan en los ambientes del nosocomio. La comisión legal que se encargó de ver uno de los asuntos importantes, como definir si la infraestructura era o no patrimonial y por último la comisión de infraestructura que debe informar qué estructuras tienen que ser evacuadas lo más antes posible y qué áreas pueden ser desalojadas después.
Por su parte, el director del nosocomio mencionó que ya desde el martes 25 de marzo se inició la socialización del plan de evacuación al personal de salud y los demás trabajadores garantizando la continuidad de la atención médica pese a que este traslado podría generar hacinamiento.
"La atención a la ciudadanía tampoco puede paralizarse y nosotros como profesionales en salud queremos responder ante la población en esa responsabilidad que tenemos" señaló Bustamante. Posteriormente, lo que se pretende conseguir es una nueva infraestructura que cuente con un área de emergencia con todas las características para esa atención.
Primero, según el director del hospital, se trasladarán las áreas que tengan menor afluencia de pacientes y terminar con el traslado de la Unidad de Emergencia que es el área más delicada y la farmacia institucional. Sin embargo, se pretende acatar la recomendación que menciona a que el desalojo se debiera realizar en un plazo de 15 días.
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