Abandono, pobreza y carencia son las palabras que ayudan a describir el lugar donde son atendidos los pacientes con enfermedades altamente transmisibles y contagiosas. Son personas que padecen Sida, tuberculosis y lepra.
Se trata de la Unidad de Infectología del hospital Viedma, donde saltan a la vista las precarias condiciones de funcionamiento, falta el agua corriente, los catres están en mal estado, la ropa de cama está "hecha tiras" y no hay suficiente personal ni insumos ni equipamiento.
La situación de carencias de la Unidad de Infectología del Viedma se repite en el maternológico Germán Urquidi y en los hospitales Rojas Mejía y Cochabamba.
El balde de agua está destinado al sanitario de la pieza 12 donde un enfermo aguarda en ropa interior a que su "ángel de la guarda" lo bañe. No puede hacerlo solo porque la manguera del suero, que se sostiene de un pedestal metálico, se lo impide.
El personal de salud de Infectología debe recibir agua en recipientes plásticos y después tiene que entibiarla con artefactos eléctricos caseros para luego bañar a sus pacientes.
A la falta del servicio se suma el mal estado del mobiliario. Los catres están viejos y ensarrados y no pueden regularse así que se usan bancos para que los pacientes alcancen el piso y bajen de la cama. Los colchones están partidos y las sábanas y las batas lucen desgastadas, algunas tienen agujeros.
Faltan manos para cuidar a los enfermos. Solo ocho enfermeras atienden a cerca de 20 pacientes. Apenas logran dar abasto para cuidar a los enfermos porque cada uno de ellos demanda atención especial. Tienen que moverles de posición cada dos horas para que no se formen abscesos en su cuerpo. A muchos deben cambiarles de pañal, ya sea los de tela que fueron costurados con las sábanas viejas, o los desechables.
Otras tareas demandadas son la alimentación por sondas y la muda de ropa de cama que se realiza por lo menos dos veces cada jornada.
MATERNOLÓGICO A pocos metros de la Unidad de Infectología se encuentra el edificio del maternológico Germán Urquidi donde también hay carencias. Si bien cuentan con una infraestructura moderna, la sobredemanda de pacientes ha colapsado el servicio.
Las mujeres con sus hijos recién nacidos deben aguardar en colchonetas dispuestas en el piso hasta que se desocupe una cama. La situación es la misma en la sala de dilatantes donde se preparan para el trabajo de parto.
Los médicos reconocen que hay épocas críticas cuando las madres, después de dar a luz, deben esperar un día hasta que algún espacio sea desocupado. Cada sala de internación en este centro cuenta con un promedio de cuatro camas y casi siempre están copadas.
La principal causa para el colapso es la mala referencia de los centros de primer y segundo nivel. Al maternológico llegan casos que pueden resolverse en los hospitales de segundo nivel.
El personal eleva su voz de protesta, pero las autoridades no dan solución a los recurrentes problemas.
El director del Complejo Hospitalario Viedma, Miguel Tapia admite que existen falencias en infraestructura, equipamiento y cantidad de personal.
Pero aclara que esas son responsabilidades de la Gobernación y del Servicio Departamental de Salud (SEDES). “El Viedma es autosostenible y debe mantenerse con sus ingresos”.
Sobre el reclamo, la directora del SEDES, Lidia Astroña, recuerda que el Ministerio de Salud destinó 348 ítemes para Cochabamba muchos de los cuales serán destinados al Viedma. Se trata principalmente de médicos y licenciadas en enfermería.
El Rojas Mejía sin espacio para terapias
Los ancianos, sentados en el pretil de la verja del centro aguardan su turno para ser atendidos. Llegaron en la madrugada para conseguir una ficha. Al interior, muchos están parados porque no hay espacio en el estrecho pasillo que hace de una improvisada sala de espera, donde apenas caben algunas sillas.
El hospital Rojas Mejía es un centro destinado a la atención especializada de personas de la tercera edad. Se encuentra en la zona de La Chimba y diariamente acuden cerca de 100 pacientes, casi siempre ancianos y personas con discapacidad.
La fortaleza del hospital es el centro de fisioterapia para la rehabilitación de los pacientes. Cuenta con el equipamiento básico, pero no hay una infraestructura adecuada para su funcionamiento. Las salas de hidroterapia y fototerapia se han convertido en consultorios.
Para llegar al área de ejercicios se debe cruzar el patio. Este espacio funciona a medias porque los trabajadores municipales no terminaron los trabajos de albañilería.
El personal denuncia que no puede ofrecer atención de calidad “en tanta incomodidad”. Les han reducido el espacio a una sola planta de las tres existentes en el edificio. Los otros pisos son usados por la Alcaldía de Cochabamba para la Farmacia Municipal y para la Red de Salud.
También protestaron por falta de insumos para el área de fisioterapia, insumos y medicamentos.
El director del hospital, Abraham Carmona Rodríguez, dijo que los principales perjudicados son los ancianos porque necesitan terapia constante para fortalecer sus músculos.
Flamante hospital sin uso por falta de personal
En contraposición a las carencias observadas en Infectología del Viedma, en el Materno Infantil Germán Urquidi y en el Rojas Mejía se cuenta con la flamante infraestructura del hospital Cochabamba que aún no fue inaugurada. La misma está sin uso por falta de personal para la atención en las salas de internación.
A pesar de que las instalaciones no han sido entregadas protocolarmente, ya son usados los consultorios, en la planta baja y las oficinas administrativas en el tercer piso.
Las piezas también están equipadas y amobladas. En cada una se han colocado cuatro camas más sus veladores. Muchas ya están con sus kits de sábanas y edredones.
En el piso destinado a los dos quirófanos también se observa el equipamiento. El director del hospital Alfredo Ventura dice que recibieron todo lo que se ha pedido. En las cajas apiladas está el instrumental y todo lo necesario para el funcionamiento de un centro de segundo nivel. Sin embargo, faltan las mesas quirúrgicas.
El médico explica que la compra ya fue hecha y que en los próximos meses recibirán los equipos.
Para Ventura, la principal dificultad que afronta es la falta de enfermeras. “Sin personal no podemos comenzar a funcionar como hospital”.
La directora del Servicio Departamental de Salud (SEDES), Lidia Astroña, informó que los ítems necesarios serán entregados al Cochabamba. El Ministerio de Salud otorgó 348 cargos para los municipios de la Llajta.
Opiniones
Fernando Vargas
Dirigente vecinal
Es caótico lo que sucede en el hospital Cochabamba porque la infraestructura está concluida, pero la falta de personal administrativo y de enfermería impiden su funcionamiento. Hay dejadez de las autoridades.
René Quispe
Dirigente vecinal
Es terrible lo que sucede en los centros de salud y en los hospitales públicos. Lograr una ficha es una aventura porque han colapsado y las nuevas infraestructuras son “elefantes blancos”.
Sergio Rodríguez
Concejal
No existe una voluntad política de priorizar el tema de la salud. Si bien hay infraestructura nueva, no cuenta ni con equipamiento ni con el personal necesarios para funcionar, de una vez.
Eduardo Vásquez
Comunicador
La salud es en lo menos que se ha avanzado y en la práctica se ha quedado en el olvido. No existe una política destinada a la prevención.
Las autoridades deben reconducir sus políticas.
Claudia Villarroel
Comunicadora
Pienso que el sistema de salud es una lágrima por eso hago esfuerzos para acudir a los centros privados. Falta un servicio de calidad y calidez al paciente. Incluso hay diagnósticos que no son certeros.
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