Algunas expresaron que cuesta mucho secar la ropa en esas condiciones y que las manos les duelen debido a que tratan de sacar toda el agua posible para que las sábanas junto a otras piezas sequen rápido.
A ello se suma que trabajan más horas, porque deben dejar la ropa seca y doblada, lista para ser utilizada por los pacientes. Por lo general, comienzan a trabajar por la mañana y se marchan a las 22:00.
Manifestaron que si bien el área de Mantenimiento repara el equipo para que éste vuelva a funcionar, los desperfectos son frecuentes. Por ello, consideran que es necesario renovar las máquinas.
El director del hospital Viedma, Gastón Osorio, dijo que el servicio de lavandería en ese centro es normal y que los equipos están en buen estado.
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