Con apenas dos años y cinco meses, Diego Rodríguez demostró una fortaleza admirable durante la cirugía de labio leporino, que le permitirá mejorar su calidad de vida. Por su condición, su dieta se limitaba al consumo de alimentos líquidos o licuados, pero ahora podrá consumir frutas, verduras y cualquier comida sólida.
Diego fue uno de los primeros en ingresar ayer al quirófano en el hospital Francés y convertirse en uno de los 135 beneficiarios de las cirugías gratuitas que lleva adelante la Fundación Operación Sonrisa y que están a cargo de un equipo de 50 médicos que llegaron de diferentes países. Otras 145 personas son beneficiadas con la campaña Reconstruyendo Sueños, que impulsa Rotary Club Santa Cruz.
Son operaciones de labio leporino y paladar hendido, secuelas de quemaduras, sindactilia o polidactilia, secuelas de lesiones tendinosas en brazos, hernias abdominales, tumores o tiroides.
Familias de escasos recursos
Ambas campañas son para familias de escasos recursos, ya que los médicos vienen del exterior en misiones solidarias, a las que se suman profesionales bolivianos, empresas e instituciones locales.
Nair Nasaí, que llegó de San Ignacio de Velasco con su hijo Hernán Nasaí, de 11 años, es una de las madres de familia que se muestran agradecidas con la cruzada impulsada por la familia rotaria.
Su pequeño nació con una malformación en el pie izquierdo, pero con el sueldo de panadero de su esposo y una familia numerosa (tiene ocho hijos) fue imposible reunir recursos para hacerlo operar. Ayer, este niño junto a su madre esperaba su turno para ingresar al quirófano.
Wílder Coro, de 19 años, también aguardaba ansioso su turno para que los médicos le corrijan la cicatriz en el rostro que le acompaña desde sus 10 años. Intentaba encender la cocina, pero quedó envuelto en llamas debido a una fuga de gas
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