viernes, 13 de julio de 2018

Hospital Japonés Costas pide investigación rigurosa sobre dos decesos

Ante los hechos suscitados el pasado lunes en el Hospital Japonés, el gobernador Rubén Costas lamentó el fallecimiento de dos personas y recalcó que, desde que conoció lo sucedido, ordenó una auditoría médica, para establecer las causas. De igual manera, reiteró el apoyo necesario, para que se realice una investigación “clara y transparente”.

“Los cinco hospitales de tercer nivel de Santa Cruz son de referencia para todo el país. Hasta ellos llega gente de toda Bolivia y a todos se los atiende”, dijo la autoridad. Explicó que, a pesar de que se destina el 30% del presupuesto de la Gobernación, faltan recursos, porque se atiende competencias exclusivas del Gobierno Nacional, como el pago de 1.400 ítems en Salud.

Asimismo, Costas se comprometió que, antes de que acabe su gestión, realizará los esfuerzos necesarios para presentar y ejecutar un proyecto de construcción de un nuevo hospital en Santa Cruz, que cuente con la última tecnología, donde se pueda atender a toda la población.

SOBRESATURADO

El Hospital Japonés, que ostentaba el ‘título’ del mejor hospital del país, está en terapia intensiva. En solo 32 años de funcionamiento pasó de ser un centro hospitalario modelo a tener que habilitar camas en pasillos y en salas improvisadas porque su capacidad, especialmente en las áreas críticas, ha sido sobrepasada.

Según publicación de El Deber, el centro hospitalario enfrenta una dura realidad y que la sufren a diario los pacientes, médicos y enfermeras. Los directivos aseguran que urge duplicar el número de camas para llegar a 400 (ahora cuenta con 200), para volver a dar una atención óptima, tal como fue en sus inicios cuando gracias a la cooperación japonesa el hospital gozaba de equipos con tecnología de punta y personal adecuado. Esto los ha motivado a elaborar un proyecto de ampliación de la infraestructura y a tocar puertas.

La situación más crítica se vive en Emergencias y en los servicios de terapia. Las 30 camas de terapia intensiva (adultos, pediatría y neonatología) y las 16 de terapia intermedia de pediatría siempre están llenas, por ello se han improvisado camas en las salas de reanimación. En este espacio los pacientes deberían permanecer solo entre dos y seis horas hasta que sean estabilizados, pero se quedan semanas o meses porque no hay espacios en otros servicios.

“Es inhumano trabajar así porque no preservamos ni la privacidad del enfermo ni su condición de paciente”, dice el subdirector del nosocomio, Alberto Nogales, quien trabaja allí desde que nació el hospital.

Otros médicos señalan que en esa área llegan pacientes con paro cardiorrespiratorio y son reanimados junto a otros enfermos en proceso de recuperación.

INVESTIGACIÓN

Los problemas en el Hospital Japonés fueron conocidos después de un cortocircuito, que generó un apagón de una hora, la noche del lunes. En este lapso murieron dos personas, lo que dio lugar a una investigación por parte del Ministerio Público. El fiscal José Parra informó de que se investiga el presunto delito de homicidio culposo, por lo que anunció que citará a declarar a los técnicos del Japonés y posiblemente a médicos.

Descartan otro deceso. El asambleísta del MAS, Edwin Muñoz, dijo que se conoció de una tercera muerte durante el apagón; una mujer (29), pero los directivos del hospital dijeron que la mujer falleció horas después del apagón.

DESCARTAN DAÑOS

A través de un comunicado oficial, el portavoz del Hospital Japonés, Marcelo Ríos, informó sobre el protocolo que se siguió, tras el corte de energía eléctrica, para precautelar la vida de los pacientes que se encontraban en situación crítica.

El hecho fue calificado como “fortuito”, por lo que se descarta daños en el generador de energía, puesto que este recibe un mantenimiento preventivo mensual de personal de la Cooperativa Rural de Electrificación (CRE), mediante un programa de Seguridad Hospitalaria.

Este nosocomio cuenta con una subestación eléctrica donada por el Gobierno Japonés, equipada con dos transformadores y un grupo generador de energía para contingencias, con la capacidad suficiente para las unidades criticas del hospital.

En lo que va del año, los dispositivos respondieron 16 veces en pruebas realizadas. Además, funcionarios del nosocomio realizan controles preventivos diarios para garantizar su uso adecuado.

Según datos preliminares, previos a la investigación instruida, el lunes 9 de julio, a las 19:05, ocurre un intempestivo corte de energía eléctrica que, por sus características, impidió la llegada de energía del generador de emergencia a los servicios médicos, por el lapso de 65 minutos. “De forma inmediata se activaron todos los protocolos de salud, para atender a los pacientes”, resaltó Ríos.

Durante dicho corte, en el servicio de Terapia Intensiva se encontraban 14 pacientes y en el de Emergencia, Unidad de Reanimación, tres. Todos en estado crítico de salud y conectados a los respiradores artificiales.

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