Trabajadores y pacientes del Centro Integral de Medicina Familiar dependiente de la Caja Nacional de Salud (CNS) ubicado en la calle Colón pasaron un gran susto cuando un muro de la vivienda contigua se vino abajo destruyendo ventanas y mobiliario de cuatro consultorios.
Cerca de las 13:30, de ayer, tras despedir a un paciente, la psicóloga clínica Ximena Fernández salió un momento de su consultorio y se aprestaba a atender a otro paciente en espera; sin embargo, cuando retornaba sintió un fuerte ruido, cual si fuera un terremoto, y cuando abrió la puerta vio que el muro había destruído la ventana y tirado por el suelo parte del mobiliario.
“Ha sido una explosión muy fuerte, yo me he asustado porque pensé que era otra cosa. Ha habido muchos daños en la computadora, la impresora, el teléfono, y otras cosas, aparte de la ventana que está rota,”, contó Fernández.
Ese mismo momento, justo al lado, el médico laboral, Jaime Sierra, estaba atendiendo a una paciente con un serio problema de artritis y sólo atinó a resguardarse del desplome. Las cortinas cerradas evitaron que los pedazos de vidrio afecten a médico y paciente.
El muro de unos diez metros de largo y 2.5 de alto, que se desplomó aparentemente a consecuencia de la humedad, también afectó a los consultorios de Pediatría y Trabajo Social.
“Gracias a Dios no estaba en ese momento y no he tenido el susto que han sentido mis demás compañeros. Yo llegué a las 14:00 y me encontré con esta sorpresa”, relató la trabajadora social, Irlanda Wayer, mientras trataba de recuperar algunos documentos y material de escritorio.
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