La Gobernación y el Directorio del Complejo Hospitalario Viedma decidieron demoler la infraestructura inconclusa del Hospital del Niño, paralizada desde hace cinco años.
El derrumbe de los dos bloques, cada uno de cinco pisos, le costará a la Gobernación 100 mil dólares, informó el gobernador a.i., Marco Carrillo, ayer.
La determinación fue asumida después de revisar el resultado de la auditoría técnica, elaborada por la Alcaldía, los informes realizados por la Secretaría de Infraestructura y Obras de la Gobernación y del Servicio Departamental de Salud (Sedes).
ANTECEDENTES El proyecto se llevó adelante durante la gestión municipal de Gonzalo Terceros. La empresa constructora Consval se adjudicó la primera fase del hospital infantil, en junio de 2007 con un costo de cerca de 6 millones de bolivianos.
La segunda fase fue adjudicada a la empresa Tiseco en marzo de 2010, pero las tareas se detuvieron en agosto del mismo año, porque no existían las garantías suficientes para la conclusión del edificio.
Carrillo aseguró que la obra no reúne las condiciones mínimas de funcionalidad ni de ingeniería.
“Se ha distorsionado el objetivo de la construcción y la Gobernación no puede permitir que el hospital sea refuncionalizado en oficinas administrativas”, aseguró.
AMPLIACIONES La destrucción del Hospital del Niño permitirá encarar proyectos de importancia como la ampliación del hospital Viedma y la construcción de un hospital pediátrico de tercer nivel, donde se pueda atender a cerca de 20 especialidades médicas, concluyó.
Datos
Colapso
El Hospital del Niño Manuel Ascencio Villarroel actualmente ocupa la mitad del maternológico Germán Urquidi. Actualmente, ambos hospitales están colapsados por falta de espacio.
Paralización
El SEDES determinó que la obra no cumple con las condiciones necesarias para funcionar como hospital ni con las recomendaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS).
Señaló que no es posible que la estructura funcione como un hospital porque el diseño es inadecuado.
Fallas
Entre las fallas identificaron la ausencia de instalaciones de luz y aire comprimido, la estructura del helipuerto sin la resistencia necesaria para soportar el peso de un helicóptero, inadecuada distribución de las principales salas, el ancho de los pasillos no concuerda con el paso de las camillas. Además, fisuras en techos, paredes y pilares.
Falta más fiscalización en los proyectos hospitalarios
Juan Carlos Nava
Sindicato Ramas Médicas
Los trabajadores en salud estamos preocupados por la falta de fiscalización a los proyectos hospitalarios de las autoridades.
Durante cinco años hemos elevado nuestra voz de protesta para que se asuman decisiones en relación a la estructura paralizada del Hospital del Niño, pero las autoridades no se manifestaron durante toda su gestión.
Es lamentable que no se traten los temas de salud como asuntos prioritarios porque nuestra realidad refleja carencias, falta de espacio, hacinamiento y otros problemas que impiden una atención de calidad a los pacientes.
La decisión de demoler ese elefante blanco debería haberse asumido hace años y ahora los responsables tendrían que estar en prisión.
Como Sindicato de Ramas Médicas en Salud Pública (SIRMES) también identificamos deficiencias en la gestión que llevan adelante los directores de los hospitales del Complejo Hospitalario Viedma. Demandamos la institucionalización de los cargos, pero nuestras palabras no tienen eco.
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