Tras las declaraciones del presidente Evo Morales que no contratarán a médicos que trabajen en hospitales privados, el presidente del Colegio Médico de Bolivia, Édgar Villegas, indicó que no les pueden prohibir a trabajar en el sector público y privado, además que existen falencias en el sistema público de salud, tanto en la infraestructura y los profesionales especializados en distintas áreas.
“Ante el hecho que él (presidente Evo Morales) prohíba que un médico trabaje en el sistema público y en la parte privada debe tomar en cuenta la carencia de profesionales que tenemos en el país”, explicó el galeno.
Ayer, en la quinta feria de salud realizada en la localidad Urionda del departamento de Tarija, Evo Morales, insistió que los médicos que tienen su clínica privada ya no podrán trabajar en los nuevos hospitales que se construye en el país, puesto que considera que con esas acciones se frenarán las medias de presión de los galenos.
“El médico que trabaja en ambos lugares no pierde nada cuando hay paros, ganan mejor todavía, ese es el tema de fondo. Con los sectores sociales estamos decidiendo que en los nuevos hospitales no van a trabajar médicos que tiene su clínica privada”, destacó Morales.
PROBLEMA
Morales remarcó que el problema central de los paros y huelgas de este sector de profesionales, es el hecho de que algunos médicos tienen sus clínicas privadas y al mismo tiempo trabajan en hospitales públicos.
Entretanto, que Villegas indicó que el Presidente tiene otra concepción de los galenos que trabajan en ambas instancias, sin embargo, ante la falta de especialistas en diferentes áreas de salud, estos profesionales deben prestar sus servicios en el sector público y privado, lo cual es importante para que la población no acuda a hospitales privados.
A la vez que el sistema público no cuenta con la infraestructura ni el equipamiento necesario para atender a la población como se debe. Este es el caso de la unidad de oncología del Hospital de Clínicas que hasta la fecha no cuenta con el acelerador lineal de última generación para continuar con los tratamientos médicos de los pacientes.
“Por las falencias que tiene el sistema de salud público del país, es que la población debe acudir a centros hospitalarios privados; si el Presidente mejora este sistema tenga la seguridad que la gente no tendrá la necesidad de acudir a la parte privada”, señaló.
MOVILIZACIONES
por más de un mes los médicos se movilizaron en contra del decreto supremo 3091 que crea la autoridad de Fiscalización en Salud y el 3092 que determina la libre afiliación, a su criterio atentan contra la seguridad social de corto plazo.
El pasado 13 de junio llegaron a un acuerdo con el Gobierno para la revisión de ambas normas.
El punto primero del acuerdo dispone la conformación de una comisión técnica que elabore una propuesta de solución a las observaciones a los Decretos Supremos 3091 y 3092.
Sin embargo la ministra de Salud, Ariana Campero manifestó que esta revisión no significa la paralización de ambas normas.
DATOS
Las necesidades de Bolivia incluyen fortalecer las entidades de salud y la gestión autónoma; más profesional en el área de salud.
Aprovechar mejor el primer nivel de atención para que la complejidad se atienda en hospitales menos demandados.
Se plantea erradicar vicios culturales que, por ejemplo, hacen de Bolivia uno de los países con mayor número de casos de violencia física y sexual intradomiciliaria; y una actitud individual que anticipe la enfermedad.
El sistema está en crisis y no hay política pública adecuada, ni suficientes camas, médicos, equipamiento e insumos. El ministerio de Salud ejecutó sólo 60 % de su presupuesto de inversión.
La salud pública en Bolivia atraviesa por una profunda crisis estructural: no ha resuelto sus problemas de financiamiento sostenible pese a la bonanza de la última década, y más bien sufre por su dependencia de la politización y el centralismo.
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