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martes, 5 de abril de 2016
“Los médicos en Bolivia hacen grandes malabares”
Joaquín Pablo Olivera Vásquez es un médico tarijeño, que estudió medicina en la universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca en el año 2001, hizo su internado rotatorio en el hospital San Juan de Dios en el año 2006. Desde que estuvo en la facultad los primeros años tuvo claro que quería especializarse en cirugías, así comenzó siendo ayudante de Anatomía y Técnica Quirúrgica, puesto desde el cual pudo afianzar sus deseos de ser cirujano.
Al terminar su carrera la opción que tenía en Tarija era hacer la residencia de cirugía general, pero no pudo entrar al sistema y al contrario de sentir frustración comenzó a pensar en subespecialidades complejas y que hagan falta en nuestra ciudad, entonces se dio cuenta que tenía que salir del país. De esta manera, se fue a Argentina y trasladó toda su vida a ese lugar.
“Adaptarse fue fácil porque Dios y la suerte están conmigo, gente buena que conocí hicieron esto aún más sencillo”, cuenta y añade que la manera de poder entrar a una residencia en el país vecino es por examen de conocimientos. Si se obtiene un buen puntaje se tiene la opción de elegir el hospital de preferencia.
En su caso se contaba con dos cupos para toda la ciudad en dos hospitales, en los cuales se realiza cirugía cardiovascular, especialidad que Joaquín había elegido. Se trata de hospitales de referencia a nivel sudamericano, tales como el hospital Fernández y el hospital Argerich.
Al haber obtenido buen puntaje pudo optar por el hospital Fernández. Así el médico chapaco participó de grandes cirugías desde los primeros años. Hoy a sus 32 años cuenta que tuvo la suerte de contar con maestros que aportaron grandes avances en técnicas quirúrgicas a nivel mundial. “De esta manera formamos parte de este tremendo equipo”, asegura.
Actualmente ya es cirujano cardiovascular y desempeña el cargo de Jefe de Residentes de Cirugía Cardiovascular del hospital Fernández de Buenos Aires. Su experiencia lo ha llevado a comparar la medicina de Argentina con la de Tarija y Bolivia, y se ha dado cuenta que aún falta mucho por hacer. Tanto que cuando se le pregunta ¿por qué no vuelve a su pago? Dice que las ganas le sobran pero faltan muchas cosas para desempeñar su profesión.
Desde Buenos Aires, Joaquín Olivera conversó con El País eN de éste y otros temas referidos a la salud.
El País eN (Epen). Sabemos que usted es jefe de residentes de Cirugía Cardiovascular ¿Cómo llega un tarijeño a ocupar este sitial?
Joaquín Olivera (JO). Para ser jefe de residentes en el sistema de salud en Argentina, al finalizar tu residencia (especialidad) puedes optar por participar en una votación que la realizan los médicos residentes de primero, segundo, tercer y cuarto año o que te elijan los jefes de servicio.
En mi caso fui elegido por las dos formas y te dan la opción de aceptar o rechazar el cargo, lo acepté porque el objetivo de la jefatura es enseñar a los que hacen la especialidad, tanto teóricamente como en la parte práctica y cuando te enfrentas al desafío de enseñar te das cuenta que “el que enseña aprende dos veces”, por lo que esto te sirve mucho en la formación personal.
Algo importante que quiero resaltar es que no soy el único tarijeño ocupando este cargo, existen jefes de residentes chapacos en otras especialidades en la Argentina, en diferentes hospitales.
Muchas veces nuestra propia gente menosprecia a nuestros médicos y sin embargo estamos a la par de los médicos de este país y encima enseñándoles, sabiendo que para esto tienes que estar preparándote todos los días por que la exigencia es mucha.
Epen. ¿Cuál es el caso más complicado que le tocó atender en su carrera?
JO. Existen varios casos complicados que se pudieron atender, si me pide enfocarme en uno creo que es el caso de un paciente de 28 años con antecedentes de retraso madurativo y que fue ingresado a terapia intensiva por insuficiencia renal aguda con indicación de hemodiálisis. Le indicaron la colocación de un catéter transitorio para la diálisis y posterior a la colocación el paciente se descompensó hemodinamicamente, necesitando drogas inotrópicas y vasoactivas (que sirven para estabilizar la presión arterial y mejorar la función cardiaca) pero pese a la medicación no se lograba la estabilidad del paciente, sospechaban que la causa era hipovolemia por sangrado de la punción.
Así nos llamaron para interconsultarnos y ver si podíamos de alguna manera solucionarlo, cuando llegamos a ver al paciente éste estaba muy comprometido y no nos daba tiempo de poder realizarle algún estudio, por lo que decidimos llevarlo a quirófano de urgencia. Cuando me doy vuelta para ir al quirófano el paciente tuvo un paro cardiorrespiratorio. En ese momento pensé qué hago y para decidir tenía milésimas de segundo.
Cuando estás en esta situación no piensas en riesgos lo único que se me vino a la cabeza en esas milésimas de segundo fue el operarlo en ese lugar y ese preciso instante porque de eso dependía la vida de esa persona. En un servicio de terapia intensiva y sobre todo en el Hospital Fernández se cuenta con el instrumental de cirugía menor que se utiliza para la colocación de tubos de avenamiento pleural cuando hay neumotórax o hemotorax, que requieran este procedimiento.
Utilicé ese material pero el asombro de los médicos frente a la decisión de operarlo ahí fue impactante y sin embargo también duró segundos porque inmediatamente se brindaron a colaborar en todo, unos corrían para pedir sangre, otros para asistir en el paro, otros trayendo el material y otros tratando de generar un quirófano de urgencia en terapia intensiva. Cuando pude acceder a todo le realice una apertura mediana supra e infraumbilical con clampeo de aorta abdominal, esto hasta que el paciente salió del paro y pudieron compensarlo, el siguiente reto era parar el sangrado pero el lugar propio de la lesión no estaba identificada con certeza.
De esta manera realicé una disección de área inguinal con exposición de elementos, vena y arteria iliaca hasta las femorales antes de su bifurcación, identificando la lesión en la arteria femoral común, o sea que la punción del catéter por realizar una punción profunda llegó a lesionar la arteria desgarrando la misma.
Antes de repararla había que permeabilizarla por lo que utilizamos catéteres llamados Fogarti con un balón en la punta que permiten este procedimiento. Cuando se logró controlar todo me confirmaron la mejoría hemodinámica del paciente, recién me di cuenta que tenía alrededor mío a los jefes de la terapia mirando la cirugía, recién pensé que lo que hice no era un procedimiento habitual y que se salía de todo protocolo pero sin dudarlo tenía al paciente vivo con todo lo que se hizo.
Traigo este caso como complicado por el contexto de lo sucedido, sabiendo que en la especialidad operamos casos que requieren de mucha complejidad y de horas de cirugía como es el caso de las disecciones aorticas tipo A, que son rupturas de la aorta ascendente.
Epen. ¿En qué aspectos precisos está más avanzada la medicina en Buenos Aires a comparación de Tarija y de Bolivia?
JO. Gratis para todos. Creo que lo más importante en la salud de Argentina a comparación con Tarija, Bolivia y otros países, es que la atención en hospitales públicos es GRATIS PARA TODOS, no importando la nacionalidad, si tienen o no cobertura de salud, si tienen o no documento de identidad. Se brinda todo tipo de prestación, sean estudios de rutina o hasta estudios de última generación, se cubren materiales protésicos y la misma cirugía sea de menor o de mayor complejidad. Todo esto aunque suene increíble es GRATIS.
Apoyo a la investigación. Otra diferencia es que hay mucho apoyo a la INVESTIGACIÓN MÉDICA CIENTÍFICA, se realizan inventos médicos continuos para desarrollar nuevas alternativas terapéuticas en base a ensayos con enfermedades importantes. Además se inventan dispositivos o materiales que sirvan para tratar diferentes patologías.
Le doy un ejemplo de alguno de estos inventos: el stent que se usa a nivel mundial para el tratamiento de estenosis o coronarias o en diferentes arterias lo inventó un argentino, el Dr. Julio Palmas y ahora en base a eso existen innumerables técnicas y dispositivos derivados del stent.
Equipos de diagnóstico. Otra diferencia con Tarija es la disponibilidad de EQUIPOS DE DIAGNÓSTICO Y MÁS PERSONAL CAPACITADO, una persona que entra a emergencia con compromiso de vida, yendo a un caso extremo, o una que requiera atención por una patología aguda pero sin compromiso vital, tiene el mismo tiempo de espera de resultados de laboratorio que no pasan de la hora, se extreman las medidas para que el resultado esté lo más rápido posible.
Equipo de emergencias. La guardia de los Hospitales de Agudo, o sea en los que se atienden urgencias, cuenta con EQUIPO DE ESPECIALISTAS de guardia las 24 horas. Consta de: medico clínico, emergentólogo, terapista, ginecólogo, pediatra, anestesiólogo, cirujano general, cirujano cardiovascular, traumatólogo, cardiólogo clínico y hemodinamista, además de neurocirujano, e incluso en otros centros especializados hacen guardias de oftalmología, otorrinolaringología, entre otros. Todo esto permite salvar más vidas y una atención multidisciplinaria de los pacientes.
Tecnología médica. Otra de las diferencias es la TECNOLOGÍA MÉDICA, pues existen muchos procedimientos que se ven beneficiados por la tecnología, tanto terapéuticos como diagnósticos. Hay centros que están creados arquitectónicamente para estos procedimientos, el uso de la cirugía robótica, el implante de dispositivos de última generación, estudios que pueden reconstruir en tres dimensiones o en cuatro dimensiones diferentes órganos, el uso de impresoras 3D para la fabricación de prótesis y otros.
Epen. ¿Considera usted que hay un buen sistema de emergencia en Tarija? y ¿cómo funciona este sistema en Buenos Aires?
JO. El sistema de emergencias en una población se organiza de acuerdo a la cantidad de sus habitantes y para esto se determina que de acuerdo a cierto número se debería disponer diferentes cosas, por ejemplo la cantidad de camas en la guardia de un hospital, la cantidad de ambulancias, el personal de atención de urgencia, entre estos los mismos bomberos que participan, la Policía, paramédicos, etc.
En mi experiencia propia creo que nuestro sistema de emergencias en Tarija deja mucho que desear, primero que no existe un centro que administre las urgencias y que sea sólo para recepcionarlas y activar el sistema o que realice una contención de la persona que llama solicitando.
Por ejemplo llamar por una persona que perdió el conocimiento, la persona capacitada que recepciona tiene que realizar un triage (orientación) de lo que está sucediendo, preguntar que verifiquen si respira, si tiene pulso, la situación en la que se produjo el incidente y que le diga qué es lo que tiene que hacer hasta que la ambulancia llegue.
Una vez que llega la ambulancia el personal capacitado determina qué es lo que sucede y decide atender en el lugar al paciente realizando maniobras de resucitación si lo necesita o se inmoviliza adecuadamente al paciente para su traslado.
En Buenos Aires existe una entidad que sólo hace eso y está equipada y capacitada para las urgencias de todo tipo, cuentan con las ambulancias que son terapias intensivas móviles, los choferes son capacitados como paramédicos y siempre salen con un médico que realiza guardias sólo para la ambulancia. Cuando se trata de catástrofes o accidentes importantes se bloquean las guardias de los hospitales y se atienden sólo a los heridos de ese accidente.
Ni hablar si te digo que cuentan con helicópteros, aviones sanitarios etc. En Tarija podríamos organizar mejor el sistema de urgencias ya que personas capacitadas hay, lo que no hay son insumos, me parece que el día en que nuestros gobernantes entiendan que los pilares fundamentales para una sociedad en crecimiento son, LA SALUD, LA EDUCACION Y LA SEGURIDAD podremos decir que le brindaremos a nuestros ciudadanos calidad de atención en los hospitales.
Muchas veces se piensa que si hacen un hospital de tercer nivel les solucionan la vida a las personas, pero se olvidan que hay que ponerle médicos, enfermeras, técnicos y capacitar a la gente.
Fui a un hospital que la verdad les salió hermoso, hasta ascensor tienen, supuestamente era de segundo nivel, pero la mayoría de las habitaciones estaban vacías por falta de camas, el ascensor no lo sabían utilizar, había un ecógrafo de última generación que no había sido utilizado nunca, un quirófano que no tenía absolutamente nada. Venían dos especialistas que atendían por semanas y se iban a su ciudad natal, y cuando se iban los que quedábamos haciendo guardia de médico general atendíamos hasta partos, niños con enfermedades importantes que obviamente los terminábamos derivando, pero el hospital era hermoso. Esto me sucedió en Caraparí en el año 2009, puntualmente en el hospital Virgen de Guadalupe.
Terminé renunciando porque daba pena que la gente se crea que tiene todo y cuando uno le dice que no hay, la desilusión es grande. Esto generaba conflictos entre el médico y el paciente.
Epen. Como tarijeño conoce la atención en los hospitales públicos y las enormes filas, ¿cómo podríamos solucionar esto en base a la experiencia argentina?
JO. Lo que se hace para disminuir las filas es tratar de que la gente que tiene un primer o segundo nivel cerca acuda ahí primero, o sea si vivo en La Loma voy al centro de salud que está en La Loma y no al San Juan de Dios, si se necesita de mayor complejidad se deriva con una hoja de derivación a un tercer nivel.
Esto evita a las personas el hacer fila, o si no, hay un sistema telefónico que organiza la atención en tercer nivel y te da un turno asignado en algún hospital, todo esto hablando de la atención pública. Obviamente que igual pese a esto existen filas y gente que viene a dormir esperando un turno al otro día, pero generalmente es gente que no sabe de estos sistemas telefónicos.
Epen. ¿Cómo se procede en Buenos Aires cuando hay un posible caso de negligencia médica?
JO. Los casos de negligencia médica son bastante hablados y hay abogados en las puertas de los hospitales que te dan un papelito referido a que ante cualquier caso de negligencia les llamen, así están sobre nosotros siempre, pero cuando uno actúa de la mejor manera evitamos estos episodios.
Sin embargo, cuando sucede la ley se aplica con todo, existen casos de médicos que no tienen más el titulo porque se les anula, hay cárcel y sanciones muy duras. Nosotros contamos con un sindicato de médicos municipales al cual aportamos por un seguro de mala praxis, que a la vez tiene un equipo de abogados que ante alguna denuncia se hacen cargo ellos.
Epen. ¿Cómo se trata allá a los bolivianos en cuanto a medicina?
JO. El trato a nuestra gente en mi experiencia es bueno, igual siempre está el que dice que por qué no se atienden en Bolivia si también hay médicos. Existen dos tipos de gente paisana que acude a los hospitales, según mi clasificación (risas). Los que viven hace mucho aquí y son documentados con domicilio que no tienen problemas migratorios. Y los que vienen directamente de la terminal o aeropuerto al hospital que, como dije anteriormente, son atendidos igual pero para ciertos trámites no tienen documento y se ven en apuros.
Hay mucha gente extranjera no sólo de Bolivia sino también de otros países que también se valen de la atención gratuita, por ejemplo si se tiene que operar del corazón y necesita una válvula que en nuestro país le sale como 20 mil dólares (todo más internación) aquí es gratis, claro que por ser un trámite de ayuda social se investiga la capacidad económica del paciente y el entorno.
También, quiero decir que muchas veces yo mando a la gente que acuda a nuestra embajada boliviana para que puedan percibir algún tipo de ayuda, ya que correspondería que nos hagamos cargo de nuestra gente, pero hasta ahora nunca escuche ningún tipo de colaboración de nuestra embajada, lastima y vergonzoso.
Epen. ¿Por qué no retornó a su pago?
JO. Retornar al pago…es uno de mis sueños y el de mi esposa que también es de Tarija y hace especialidad en ortodoncia. El que podamos aportar al crecimiento de la medicina con por lo menos con un granito de arena para nuestra gente, es el sueño de la mayoría de los chapacos que vivimos en otros países.
Estoy en planes de realizar alguna campaña sin fines de lucro para la gente que más necesite, ofreciendo gente con experiencia que pueda llevar a Tarija para solucionar patologías que requieran atención especializada. Todo por nuestra parte está organizado pero sólo falta el apoyo de nuestros gobernantes.
Personalmente las ganas de volver sobran, pero para poder desarrollar nuestra especialidad a pleno se necesitan muchas cosas que creo que llevarán tiempo. Como infraestructura, capacitación del personal, otros especialistas, técnicos también especializados, etc. Ojo todo sería posible si alguna autoridad le diera la importancia a la salud.
No puede ser que estemos con obras paralizadas años y que no se terminen de concretar, no sólo hablo por mi especialidad sino por todas las de alta complejidad. La verdad los médicos en Bolivia hacen malabares para poder sacar a un paciente adelante, creo que por eso la confianza que el paciente le tiene al médico boliviano se pierde y prefieren ir a otro país.
Hago una pregunta para el interés público: ¿si tienen a su madre o algún familiar con una patología que necesite alta complejidad o que requiera de algún otro tipo de estudio, que prefieren… llevarla al hospital o a Salta o Buenos Aires?
Creo que escucho ya las respuestas y todo pasa por la falta de interés de nuestras autoridades en el tema salud. Hace poco por ejemplo tuvimos en nuestro hospital al Presidente Macri por que tuvo un problema de salud, imagínense ustedes a nuestro Presidente yendo al Hospital San Juan de Dios para hacerse atender, creo que se toma un avión aunque este grave y se va a Cuba.
EL PERFIL
Nombre: Joaquín Pablo Olivera Vásquez
Nacionalidad: Boliviano
Profesión: Cirujano cardiovascular
Egresado del colegio Belgrano en el año 2000, estudió en la universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, hizo su internado en el hospital San Juan de Dios de Tarija y se especializó en Buenos Aires
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