Lourdes Aramayo Orellana tiene 15 años y padece insuficiencia renal crónica desde sus 14. A pesar de su edad permaneció internada en el hospital Viedma, de adultos, desde el 21 de diciembre del año pasado hasta ayer.
Los médicos no podían hospitalizar a la adolescente en el Hospital del Niño Manuel Ascencio Villarroel porque el centro no contaba con una unidad de hemodiálisis especializada en pediatría, indispensable para la atención de la paciente.
Lourdes, para seguir viviendo, debe someterse a sesiones de diálisis tres veces por semana. Durante tres horas tiene que estar conectada a un equipo que reemplaza el trabajo de sus riñones que dejaron de funcionar a causa del lupus que la atacó.
CENTRO Como Lourdes, 12 niños podrán beneficiarse de una atención especializada en la Unidad de Hemodiálisis Pediátrica que entró en funcionamiento desde ayer en el Manuel Ascencio Villarroel, tras la inauguración oficial realizada por la ministra de Salud, Ariana Campero. Se trata del primer centro de referencia nacional.
Actualmente, cinco pacientes figuran en la lista de beneficiarios de la nueva unidad. Su capacidad total es para 24 niños, en caso de duplicarse el turno de atención y de aumentarse el número de personal.
Para Martha Aguayo Chambi, se trata de “una bendición”. Durante ocho años la mujer se vio obligada a peregrinar por muchos centros de hemodiálisis para que su único hijo reciba atención. Ahora Josué Benjamín Aguayo será atendido por expertos en la nueva unidad.
ESPECIALIZADO A la cabeza de la nueva unidad se encuentran dos nefrólogos especializados en pediatría, los únicos del departamento de Cochabamba. Se trata de Pablo Dávila Erquicia y Daisy Guevara Campos.
Los profesionales explicaron que los niños deben recibir una atención especializada tanto en la medicación como en el trato.
Las dosis y los horarios deben ser exactos y rigurosos. Debe tomarse en cuenta el estado de salud del paciente, su peso y la edad. No debe presentarse ninguna variación.
Los pacientes con más de 10 kilos pueden ser sometidos a sesiones de hemodiálisis y los con menor peso a diálisis peritoneal.
Un equipo integrado por una nutricionista, una trabajadora social, un psicólogo, dos enfermeras y dos expertos en nefrología son los responsables de llevar adelante el servicio.
Las licenciadas en enfermería Nataly Durán y Rosalía Yampara se capacitaron durante un año en diferentes centros. Están preparadas para responder a cualquier emergencia médica que se presenten en las sesiones.
INCIDENCIA Aunque no se conocen estadísticas, la incidencia anual de menores con enfermedades renales crónicas es de seis a nueve casos por millón.
La principal causa de la dolencia en los niños es de orden congénito, es decir, alguna disfunción en el sistema urinario. Muchas veces presentan dolor al orinar y fiebre, éstos síntomas son una alerta para los padres.
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