Tras el granizo y las lluvias recientes, las grietas se acrecientan en pasillos, paredes de consultorios y en el sótano donde se encuentra el archivo de historiales de los pacientes, un lugar a punto de desplomarse por la humedad que se siente de solo acercarse a la parte baja de la infraestructura principal del nosocomio.
En un recorrido realizado por LA PATRIA junto a personal del hospital se constató la situación crítica de los ambientes incluidos los consultorios que recientemente fueron construidos, que aparecieron anegados pues el agua de lluvia penetró a dichos predios, poniendo en riesgo al personal y pacientes además de la maquinaria existente, que estaba expuesta a un posible cortocircuito.
Otro dato que hace presumir que el edificio corre el riesgo de desplomarse es que los vidrios cualquier momento se rajan o se rompen y hasta literalmente explotan, lo que podría incluso provocar algún accidente a las personas que se encuentran por los pasillos, oficinas o consultorios.
Las puertas de algunos consultorios y oficinas no pueden cerrarse debido a que se desnivelan y deben ser arregladas por un carpintero, como un paliativo.
El director del hospital, Grover Bustamante Tórrez, informó que el gobernador Tito Veliz, constató la mala situación de la infraestructura, el 30 de diciembre, cuando entregó equipos de hemodiálisis, momento que aprovecharon algunos galenos de mostrarle el estado de la infraestructura.
La autoridad en la oportunidad habría manifestado que se debe presentar un estudio para demoler o refaccionar la infraestructura y buscar el financiamiento correspondiente, gestión que dura entre cinco o más meses debido a la burocracia estatal. Algunos funcionarios hicieron conocer a LA PATRIA su preocupación y a la vez temor por lo que pudiera suceder con el edificio, pues un profesional en ingeniería les habría advertido que deben evacuar el hospital, ante un posible accidente.
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