Él nació el 23 de enero de 2014 a las 05.30 en la sala 312 de Maternidad de Hospital Regional San Juan de Dios de Tarija. Por complicaciones en el parto, salieron primero sus pies, mientras que su cabeza quedó atrapada, lo que provocó que las células cerebrales vayan muriendo por falta de aire, situación que pudo haberle provocado la muerte. Sin embargo, aún permanece con vida, con la ayuda del equipo de tratamiento de asfixia perinatal y los especialistas.
El recién nacido Perales (apellido de su madre) es el nombre con el que ahora se le identifica en la Sala de Terapia Intensiva de Neonatología. Nació con 2.640 gramos y mide 48 centímetros.
Para hacer el tratamiento de asfixia perinatal, el menor estuvo durante tres días dentro de la cuna radiante o incubadora ayudado por sondas que logran que respire. El conjunto de aparatos que permitió hacer el control y tratamiento al recién nacido cuenta con un monitor multiparamétrico, un equipo de hipotermia, un respirador y un monitor cerebral.
El contar con ese equipo para ayudar a sobrevivir a los recién nacidos, con problemas de células cerebrales que se les mueren, no sería posible sin las gestiones del jefe del Servicio de Neonatología del hospital, Juan Manuel Jijena Durán, indicó la enfermera de planta, Irma Choque Guillén. “Él es el pionero en neonatología”.
Choque agradeció a Jijena por el trabajo que hace para que el Hospital cuente con los equipos que permiten a las madres de los recién nacidos darles esperanza de que sus hijos sobrevivirán.
Equipo de trabajo
Jijena, médico especialista en Neonatología, de los 40 años de vida profesional, 34 estuvo dedicado al cuidado y tratamiento de recién nacidos en el San Juan de Dios. En junio de este año, la sala que está a su cargo cumplirá 35 años de servicio.
El especialista explicó que el equipo expuesto es el único en Bolivia. Fue adquirido de Estados Unidos y está valorado en cerca de 80 mil dólares. En seis meses de funcionamiento, en los únicos tres casos de asfixia perinatal tratados, según Jijena, hubo éxito.
Indicó que el equipo permite hacer la hipotermia o disminución de la temperatura del cerebro dañado por falta de aire, lo que impide que las células sigan muriendo, y regula la frecuencia cardiaca, entre otras funciones.
“Hasta el San Juan de Dios llegan casi siempre madres con escasos recursos y sus hijos tienen una oportunidad de lograr sobrevivir en esa sala –dijo el especialista-. No importa el monto de recursos que se tenga que emplear, sino que la madre se vaya con una sonrisa”.
Jijena contó que en el primer caso que fue atendido con el equipo hubo cierto temor por que no resultaría el tratamiento. Sin embargo, ahora están seguros de que pueden hacer que “reviva” un recién nacido.
El médico destacó la colaboración del equipo de profesionales que trabaja en la sala, quienes se encargan de atender a los recién nacidos que requieren de cuidados intermedios e intensivos. Ellos recibieron capacitación fuera del país.
Otros casos
Dentro de la sala también hay recién nacidos con menos de 1.000 gramos. El menor de todos nació a sus 24 semanas. “Todos merecen vivir – comentó Jijena- El estar en un aparato como éste a cada madre le costaría por lo menos 600 dólares por día, pero aquí no se les cobra nada”.
(NOTA DE APOYO)
Urge contar con un Hospital Materno Infantil
El Servicio de Neonatología del San Juan de Dios cuenta con 15 incubadoras en la Sala de Terapia Intensiva, nueve en la de Cuidados Intermedios. Pero esa cantidad no es suficiente para atender a los recién nacidos.
El jefe de Neonatología, Juan Manuel Jijena, recordó que es urgente para la población contar con un Hospital Materno Infantil. Éste permitiría evitar apuros en momentos en que se quiere dar atención a un recién nacido.
Actualmente el proyecto para el Hospital Materno Infantil está en ejecución, pero no hay una fecha prevista para su conclusión.
La enfermera de Planta, Irma Choque, por otra parte, indicó que hasta el Hospital llegan, casi a diario, madres de escasos recursos que no pueden comprar pañales o leche para sus hijos, por lo que pidió colaborarlas. Sus aportes los pueden dejar en el mismo nosocomio.
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