Susana dio un mal paso al subir las gradas que conducen a su dormitorio y -en cuestión de segundos- cayó al piso golpeándose la espalda. Como estaba tan adolorida, se quedó tendida en el suelo, aguardando la llegada de su hijo, que la acompañó hasta la Caja Nacional de Salud (CNS).
No obstante -según Susana- el servicio de Emergencias del Policlínico 32 estaba lleno y hasta esperar su turno, el dolor se tornaba más insoportable, por ello su hijo decidió llevarla a una clínica particular para que le den un calmante.
"El dolor pasó, pero seguía teniendo algunas molestias durante varios días, por eso quería que un especialista me vea, pero -por su trabajo- mi hijo ya no podía acompañarme a la Caja y un especialista privado cobra mucho", relató Susana.
Susceptible por el constante dolor de espalda, Susana -con bastón en mano- decidió ir sola al seguro, para ello madrugó. "Seis de la mañana he salido de mi casa. Cuando he llegado ya habían más de 10 personas", contó Susana, a tiempo de indicar que ese día perdió la esperanza de ser atendida y -como no podía estar mucho tiempo de pie- se fue. Luego de unos días, en el que paso casi los mismos inconvenientes, Susana al fin halló un espacio en el área de Traumatología.
Tras obtener ese cupo, tuvo que hacer otras filas más para radiografía, fisioterapia, reconsultas y otros servicios.
Al igual que ella, otros ancianos, embarazadas, obreros y demás afiliados a la CNS tienen que disputarse uno de los 24 cupos diarios que se reparten en esta entidad para cada una de sus especialidades.
Según la directora del Policlínico 32 (Ayacucho, entre General Achá y Santiváñez), Rosario Achá, esta situación sucede solo en esta temporada -de fines y principios de año-, que es cuando muchos de los afiliados están de vacaciones y aprovechan para hacerse algunos controles.
"Las personas mayores son las que a veces quieren madrugar pero no tienen por qué. Se les ha explicado que esta temporada, en la que -por ejemplo- el magisterio goza de vacaciones, es alta", dijo Achá.
PROMEDIO DIARIO Achá indicó que, en cumplimiento a lo que indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), los médicos familiares de la CNS atienden a 24 pacientes por día. Y a cada uno de ellos le dedican un tiempo estimado de 15 minutos.
Sin embargo, los 15 minutos son solo un parámetro, pues existen especialidades, como Psiquiatría, que no permiten otorgar solo 15 minutos al paciente, sino mínimamente media hora. Sucede lo mismo con Odontología, especialidad en la que un tratamiento puede demorar hasta una hora.
Más allá del tiempo a dedicar al paciente, existe otra limitante a la que están sometidos los médicos especialistas, la de sus turnos. La mayor parte de las especialidades está disponible en dos turnos diarios, por la mañana y por la noche, cada uno dura tres horas.
En el caso de Traumatología, por ejemplo, la atención es de 8:00 a 11:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas. Muchos se preguntarán ¿Y por qué se le da tanto tiempo de descanso entre turno y turno al traumatólogo o a otros médicos?
La respuesta es simple, la CNS necesita ese consultorio para dárselo a otro médico especialista que atienda a pacientes con necesidades diferentes. Es decir, mientras que el traumatólogo u otro médico no está, el consultorio es usado por otro profesional. Así sucede en casi todas las especialidades.
Achá indicó que por ese motivo no se puede pensar en ampliar los horarios de las especialidades. No obstante, adelantó que se proyecta adquirir un nuevo espacio en la zona norte, entonces el Policlínico 32 podría ser exclusivo de especialidades.
“Si usted va al Policlínico de la zona Sur, no encontrará fila alguna, porque ahí ya se ofrece un servicio descentralizado”, contó Achá, mientras indicaba que esa atención es la que se pretende dar al más de medio millón de asegurados -en todo el país- con los que cuenta la CNS. “Entre tanto se está dando una servicio integral y al día para evitar las programaciones”, concluyó.
“Este hospital ya no da para la cantidad de asegurados que tiene”
El Director de la Caja Nacional de Salud en Cochabamba, José Orsolini, sostiene que una de las soluciones a la saturación de pacientes en la CNS es la construcción de un nuevo hospital.
OPINIÓN (O): ¿A qué se debe el colapso diario de pacientes en ciertas especialidades?
JOSÉ ORSOLINI (JO): En la Caja Nacional de Salud, lamentablemente, no contamos con un segundo nivel, donde tendrían que estar las especialidades. Entonces, al tener solo el primer nivel -que son los policlínicos-, los asegurados se vienen al tercer nivel, lo que ocasiona una gran demanda de atención acá en el hospital.
Normalmente, el tercer nivel debería estar destinado a los pacientes que van a ser intervenidos quirúrgicamente y aquellos que requieren internación. En tanto que el segundo nivel se debería encargar del seguimiento, pero no contamos con él. Esa es la primera situación
La segunda es que estamos muy concentrados. Se está descentralizado los servicios, se tendrá un policlínico en sur del departamento y otro en el norte.
Entonces, la gente podrá asistir a esos centros desconcentrados. Además, se va a contratar con médicos, ambulancias, enfermeras y más para esos sitios.
Este es un proyecto que se ejecutará en cinco años y estamos hablando de la reestructuración de un primer nivel y probablemente un segundo también.
Por ejemplo, para desconcentrar los centros, tiene que haber más de 40 mil asegurados y para tener centros de especialidades tiene que haber 30 mil asegurados. Nosotros ya estamos llegando a los 60 mil, lo que nos habilitaría para crear dos centros de especialidades para atención de segundo nivel. Pero no es inmediato.
O: Entonces ¿Mientras no se ejecute el proceso de reestructuración, las especialidades continuarán saturadas?
JO: La saturación va a continuar porque tenemos carencia de especialistas en el país. Estamos en busca de nefrólogos (no hay nefrólogos, ni siquiera en Bolivia), ecografistas. Requerimos personal para que nos hagan ecografías pero lamentablemente no hay en el mercado.
O: ¿Las especialidades atienden a un cupo determinado de personas?
JO: De acuerdo a las normas de Organización Mundial de la Salud (OMS), a cada paciente se le debe brindar una atención de 15 minutos -lo que significa que deberíamos atender a cuatro pacientes en una hora-, sin embargo estamos atendiendo -a veces en 60 minutos- hasta ocho o nueve pacientes. Esto no significa que sea una atención mala, sino es que la gran demanda que existe en la CNS nos obliga a realizar este tipo de trabajo.
Es por eso que nosotros, particularmente esta dirección, estamos empeñados en la construcción de un nuevo hospital, porque este hospital ya no da para la cantidad de asegurados que tenemos. Ya no podemos seguir bajando muros o haciendo otros muros, improvisando.
Estamos con muchos proyectos y esa es la intención de esta dirección, de dar lo que siempre nos piden: calidad y calidez.
Muchas veces, tanto la parte médica como la parte de enfermería, son los primeros con los que el paciente se encuentra y son ellos los que pagan los platos rotos de la mala administración que existen en el ámbito nacional.
Siempre se ha indicado que la CNS tiene mucho dinero, por eso es que nosotros estamos pretendiendo que se nos construya un nuevo hospital.
O: ¿ Qué recomienda a los pacientes que viven un calvario para ser atendidos en el área de especialidades?
JO: Prácticamente ya se ha instaurado lo que es la cita previa, sin embargo nuestra idiosincrasia boliviana hace que -pese a que se nos da una determinada hora para la cita médica- estemos viniendo siempre temprano. Nosotros vamos a comenzar a realizar un proceso de educación a nuestros asegurados, indicándoles que si su cita es a las 11 de la mañana, aunque vengan a las seis, los vamos a atender en su hora determinada.
Creo que la mejor forma de que los asegurados comprendan que no deben madrugar y que recurran a la la cita previa y que también aprendan a respectar la hora de consulta.
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