Larrea sostuvo que el déficit de agua y la ausencia de medidas preventivas para cuidar la salud de la población alarman a los profesionales, quienes actualmente se encuentran en “alerta sanitaria”.
Sostuvo que el agua, que actualmente sale de los grifos, tiene una coloración diferente a la potable; el estancamiento de las aguas arrastra algunos minerales de las tuberías.
Señaló que de comprobarse que las aguas fueran determinadas como no potables, o que contengan agentes contaminantes, como químicos y minerales, generaría serios problemas gástricos, por una bacteria que infecta el epitelio gástrico humano, denominada Helicobacter pylori.
Además, se podría contraer también una parasitosis, que se adquiere a través de los alimentos o del agua contaminada (como la fascioliasis o la teniasis), que son las más frecuentes, en un proceso de contaminación.
PROBLEMAS
Otro de los problemas que identificaron los médicos es el contagio de mano a mano, sobre todo entre los niños, ya que no pueden acceder al agua y transmiten virus, además de exponer, sobre todo a las niñas, a una infección urinaria, si ingresan a un baño donde no hay agua.
Sin embargo, en las calles y comercio se manipulan alimentos y no se lavan las manos después de ir al baño o no mantienen una correcta higiene, siguen siendo responsables de las infecciones alimentarias que se registrarían en un corto plazo.
“No existe la prevención para este tema y este problema. Los profesionales médicos estamos realmente preocupados e indignados, no hay agua en el comercio, en baños, en colegios; las enfermedades seguramente se verán de acá a un mes”, alertó.
MEDICIÓN
Consideró que es muy importante hacer medición del agua, pero sobre todo generar información básica de medidas preventivas, que deben asumir en la población.
Po su parte, el especialista en epidemiologia, José Zambrana, sostuvo que el consumir agua no potable puede ocasionar infecciones diarreicas, sobre todo en niños, que conlleva también a una disminución de las defensas, convirtiéndolos más propensos a contraer cualquier enfermedad.
“Debemos tener mucho cuidado, porque nuestros niños están acostumbrados a tomar agua del grifo; debido a los cambios climáticos, esto un problema sanitario”, dijo.
Consideró que la contaminación del agua no necesariamente debe tener una coloración, existen aguas de vertiente que son de color café y son puras y potables.
El peligro se produce en las alteraciones del agua, que arrastra material químico o componentes metálicos; las tuberías viejas pueden ocasionar daños gástricos y afectar al sistema nervioso.
El profesional sostuvo que debe tomarse medidas de prevención para purificar el agua y de ese modo evitar el contraer infecciones. “Hay que hacer análisis obligatoriamente; la coloración se debe a las sustancias que se utilizan”, añadió.
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