Se conoció a través de las redes sociales que en el quirófano siete del hospital Japonés se desprendió la lámpara cialítica poniendo en riesgo la seguridad del equipo médico que operaba y del mismo paciente que era intervenido quirúrgicamente.
Una serie de fotografías fueron divulgadas mostrando el aparato desprendido del techo y los médicos y enfermeras con sus batas de operación.
Justificación
El secretario de Salud de la Gobernación, Óscar Urenda, explicó que los edificios de los hospitales de tercer nivel son antiguos, el más nuevo es el Japonés, el cual tiene 30 años, es por ello que son susceptibles de sufrir ese tipo de percances, no solo de cirugía, sino también en la misma estructura.
“Al poco tiempo se habilitó la lámpara cialítica, pero había una alternativa para tratar la urgencia de la cirugía, por ello no corrió peligro la vida del paciente”, dijo
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