Los niños que padecen sordera, bajo grado auditivo y autismo podrán ser diagnosticados desde su nacimiento.
El hospital del niño Manuel Ascencio Villarroel y el maternológico Germán Urquidi desarrollaron procesos de detección precoz de las enfermedades de acuerdo a protocolos internacionales.
La experiencia fue iniciada en junio y ayer el servicio fue puesto a disposición de la población, de manera gratuita.
La directora del pediátrico Rosalía Sejas dijo que se trata de una experiencia pionera en hospitales públicos del país.
La atención de los recién nacidos y niños se lleva adelante gracias a un convenio de colaboración interinstitucional entre el complejo hospitalario Viedma con el Centro Especializado en Audición, Lenguaje, Aprendizaje y Autismo de Fe y Alegría (Altiora).
En la oportunidad, el director de Altiora, Luis Simarro, dijo que el centro tiene como misión contribuir a mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas con discapacidad y de sus familias. Ofrecen servicios de calidad en detección, diagnóstico y atención temprana.
El Centro Fe y Alegría participa del proyecto de salud con personal especializado en la capacitación al personal del Complejo y con aparatos modernos.
Los profesionales coincidieron en que el análisis temprano de cualquier deficiencia en el desarrollo de un niño es una ventaja para evitar y reducir problemas en su vida cotidiana.
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