La diputada Millares en una entrevista, señaló que de acuerdo al UPRE, el gobierno gastó en canchas y coliseos del programa BOLIVIA CAMBIA EVO CUMPLE, dinero de todos los bolivianos, el triple que lo destinado a la salud. Desde esta columna aplaudiríamos que se destine al deporte estos dineros, pero con estudios de factibilidad y no construir coliseos con capacidad superior a la población de los pueblos, simplemente por afanes proselitistas para conseguir los votos de sus habitantes. Muchas de estas canchas de césped sintético enmallados, se encuentran en pueblos inhóspitos donde se jugó un partido de inauguración y después fue cerrada por el correligionario del gobierno para cobrar alquiler por su uso, lo que determinó que los niños jueguen fuera de la misma habiéndoles privado de su cancha de tierra que era gratuita y sin restricciones. ¿Pero para qué canchas de césped sintético en los pueblos donde los jugadores no tiene calzados de fútbol adecuados para ese material y siguen calzando abarcas?, ojo que no se trata de discriminación ni racismo porque es una realidad. Al margen de ese aspecto, el millonario gasto por cada cancha tendría que rendir frutos. ¿Dónde están los jugadores que desde hacen diez años gozan del privilegio de ese campo de juego para justificar ese gasto y no inversión? No existen, porque no cuentan con un entrenador e implementos deportivos que obligatoriamente deberían complementar ese frondoso gasto. En síntesis, dinero mal invertido que el tiempo nos dará la razón cuando esa cancha de césped sintético se convierta en un terreno baldío porque requiere mantenimiento, como se convierten las vagonetas marca Toyota cero kilómetros que el gobierno entrega en todos los pueblos y que los campesinos al año lo convierten en chatarra al no haberle ni siquiera cambiado el aceite al motor porque creen que son eternos sin mantenimiento. Así nomás se maneja la cosa pública. Ahora bien, el gobierno desde el año 2006, no ha entregado a la población ni un solo hospital de tercer nivel, y que si no fueran los esfuerzos de la Gobernación y la Alcaldía de asumir sus responsabilidades de acuerdo con las normas que tienen con relación a la salud, y con el precario presupuesto asignado, la situación de la población con patologías sería mucho más desastrosa. Decir que el deporte es salud para justificar la construcción de canchas con césped sintético sin estudio de pre-factibilidad en lugar de hospitales como manifiesta el Presidente de la República, es olvidarse que un país para ser fuerte requiere de salud y educación para sus habitantes para que encaren sus actividades, principios postergados en favor de sectores improductivos en el Presupuesto General de la Nación que no benefician en absoluto al futuro de nuestro país.
Dr. Edgar Linares Mariscal,
fundador y ex asesor legal de Fabol
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