El Instituto Gastroenterológico Boliviano Japonés ampliará su capacidad de internación de 50 a 130 camas, informó ayer el director de la institución en la presentación del proyecto de construcción a la prensa.
El hospital de referencia departamental sólo puede atender al 30 por ciento de la demanda. “Es completamente necesaria la ampliación, pues vivimos en un colapso. La infraestructura ha quedado pequeña, los equipos obsoletos y el personal insuficiente”, aseveró Soto.
Se trata de un proyecto adjudicado “llave en mano”, por lo que se realiza la fase de preinversión, es decir, el estudio de las condiciones previas. Una empresa consultora se encarga de realizar la propuesta.
Una vez que se tenga el proyecto se prevé que la construcción dure dos años y la inversión sea entre 30 y 40 millones de dólares, incluyendo el equipamiento. Se espera que esta fase concluya a mediados de diciembre. Luego, se procederá a buscar el financiamiento necesario y a analizar las ofertas. Sin embargo, también esperan el apoyo del Gobierno.
Se pretende que la ampliación se realice sobre 10.000 metros cuadrados ubicados en el lado oeste del instituto, donde ahora funciona el parqueo. En la actualidad, la infraestructura cuenta con 46 camas, de las cuales dos corresponden a la Unidad de Terapia Intensiva. Con la ampliación el objetivo es llegar a 130 camas.
Además, el proyecto contempla la creación de una Unidad Hepática para trasplantes. “El objetivo es ser un referente en el país en este tipo de cirugías”, agregó.
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