La nueva infraestructura de tres pisos se encuentra equipada. El mobiliario luce nuevo a un año del funcionamiento del único hospital de segundo nivel del municipio, el Hospital Cochabamba.
En el tercer piso, destinado a las salas de internación, hay lechos que nunca fueron estrenados. En las habitaciones vacías se ve que la ropa de cama es flamante.
Son 57 camas que no se usan por falta de personal e insumos. La capacidad del hospital es de 127 y solo se utilizan 70. La mayor demanda en el Cochabamba es de niños y embarazadas. Las salas están destinadas a estos dos grupos.
La jornada pasada, el representante departamental del Defensor del Pueblo, Nelson Cox, junto a la directora del Servicio Departamental de Salud (SEDES), Lidia Astroña, funcionarios de la Alcaldía y personal del Hospital, realizaron una inspección al centro.
El director del Cochabamba, Adolfo Ventura, demandó una solución urgente para que funcione al 100 por ciento de su capacidad. Los ambientes son insuficientes para atender la demanda de los pacientes, a pesar que aún se utiliza la infraestructura antigua.
Exigieron que el SEDES y la Alcaldía esclarezcan sus competencias y doten de las enfermeras y especialistas necesarios.
Los funcionarios no lograron ponerse de acuerdo porque cada uno delegaba la responsabilidad al otro. Con la mediación de Cox, se acordó que tanto el SEDES como la Alcaldía presenten un informe técnico sobre su aporte al centro en un plazo de dos semanas y se definan acciones para dar solución al problema.
Ventura dijo que si el Cochabamba funcionara en un 100 por ciento , muchos de los casos no serían derivados al Hospital del Niño Manuel Ascencio Villarroel, cuya capacidad fue rebasada. Admitió que los pacientes son referidos al pediátrico porque no tienen espacio para internarlos.
En el recorrido por los ambientes y almacenes, constataron la falta de provisión de algunos medicamentos, insuficiente personal en los servicios de enfermería y auxiliatura, de funcionarios de limpieza a tiempo completo.
Cox lamentó que las fricciones que hay entre el personal contratado por la Alcaldía y el SEDES, impidan una adecuada y eficiente atención a los pacientes que resultan perjudicados.
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