lunes, 15 de mayo de 2017

Enfermeras en Sucre trabajan hasta 12 horas continuas



La enfermería experimentó en los últimos años un crecimiento abrumador por hombres y mujeres que buscan una profesión. Estudiantes, enfermeras y autoridades cuentan sus historias de las que se puede colegir que este trabajo es un pilar fundamental en la recuperación del paciente, pero que a veces es poco reconocido. En Sucre hay quienes cumplen hasta 12 horas de labor continua.

Este diario consultó a la estudiante de maestría de la Carrera de Enfermería, Miriam Aguilar, qué expectativas tenían al concluir sus estudios de pregrado y respondió con dos palabras: trabajo y ayuda.

Trabajo porque eso es lo que todo graduado anhela después de años de estudio y ayuda porque a través de su labor puede auxiliar a los demás, lo que a la postre es gratificante.

Aguilar confesó que sus padres siempre quisieron que estudiara Derecho, que a ella no le gusta. Tampoco pensaba ser enfermera y su meta era alcanzar alguna carrera del área administrativa. Al final optó por Enfermería “sin pensar” y se dio cuenta que esta profesión no es menos que Medicina como pensaba en un principio y ahora está feliz de su ocupación.

Comparó que los médicos especialistas, que tienen un área definida, “trabajan un rato y se van”, en cambio la enfermera o enfermero está todo el tiempo y en contacto con el paciente, desde el momento en que nace hasta que muere.

ENFERMEROS VARONES

Ladia Coa es colega de Aguilar y compañera en la maestría en Enfermería Gíneco Obstétrica; ella cree que ahora los hombres son más solicitados en Enfermería porque a veces hay pacientes críticos a los que las mujeres no pueden mover o trasladar a otra cama, lo que un varón puede hacer con mayor facilidad.

Recordó que cuando egresó sólo había cinco o seis varones en la Carrera de Enfermería, desde entonces el número fue aumentando. Por eso no es raro ver ahora en la maestría de Enfermería Gíneco Obstétrica a dos colegas varones pasando el curso.

Coa afirmó que antes sólo había enfermeras porque creían que las mujeres cuidaban mejor a los niños o eran más pacientes con los enfermos a diferencia de los varones.

Agregó que durante sus años de formación conoció gente que ingresó a Enfermería sólo para convalidar materias y cambiarse a otra carrera, lo que cuestionó.

Tanto Aguilar como Coa aspiran a trabajar en el Hospital de la Mujer después de vencer el curso de maestría en Gíneco Obstetricia.

ANÉCDOTA

La directora de la Carrera de Enfermería de la Universidad San Francisco Xavier, María Esther Santos, recuerda que en su primer año de trabajo asistió al parto de un niño que nació con un peso de tan sólo 800 gramos en la Caja de Salud Cordes, en 1997.

Dijo que normalmente los niños nacen con 2.400 gramos, pero este niño implicaba un desafío de atención muy grande en esa época, “pero gracias a Dios el neonato salió bien de la clínica”.

“El niño ahora tiene 20 años y es una persona muy bien desarrollada, y su madre cuando me encuentra siempre se acuerda, es un historia muy linda y desafiante para lo que es la Enfermería”, remarcó.

No todo es felicidad sin embargo, lamenta Santos. Los enfermeros comparten momentos dolorosos, sentimientos con la familia del paciente en momentos de agonía o muerte.

“Recuerdo a un paciente que lamentablemente tenía un problema y falleció, pero mi reacción fue llorar más que los familiares hasta que el médico que trabajaba allí me dijo: ‘licenciada, tenemos que controlar nuestras emociones porque en realidad la familia va a pensar que de pronto nosotros no hemos hecho la atención requerida’ y eso me tocó fuerte”, relató Santos al resaltar la importancia de estar preparadas en la atención pos mortem.

Sostuvo que la Carrera de Enfermería forma profesionales para cuidar la vida.

Santos egresó de Enfermería en 1984, cuando las estudiantes salían como Técnico Superior; posteriormente continuó sus estudios en la Facultad de Enfermería “Elizabeth Seton” de la Universidad Católica de Cochabamba y dos años después se graduó como licenciada.

“He trabajado previamente en servicios de salud clínicos comunitarios por el lapso de diez años, actualmente tengo 26 años ejerciendo la actividad docente y a partir de 2015 he asumido la dirección de Carrera”, reseñó.

Santos admitió que en un principio no tenía una “vocación plena” para esta profesión, pero con el transitar de su formación se dio cuenta de que es una profesión importante.

“Me di cuenta que la enfermería es un pilar fundamental en lo que es la promoción, la prevención de enfermedades, en la rehabilitación de la salud de las personas y descubrí mi vocación. En enfermería hay mucho por recorrer, es un terreno fértil de mucho por hacer. Yo elegí de esa manera la profesión de enfermería, pese a la falta de reconocimiento que hay de parte de la sociedad”, reflexionó.

Hoy, Santos siente pasión por su profesión que forjó con lectura y preparación constante. “He transitado 35 años como enfermera y ahora me siento orgullosa de ser enfermera, creo que eso nos falta a nivel departamental, nacional, porque a nivel internacional se ha avanzado muchísimo en enfermería”, declaró.

PROGRESO DE LA ENFERMERÍA

En la actualidad la profesión de enfermería se especializó respecto a 30 ó 50 años atrás; ahora hay enfermeros en investigación de salud, licenciados en enfermería, especialidades, maestrías y doctorados.

“Tenemos la parte de administración y gerencia en enfermería, tenemos la capacidad de administrar un departamento de enfermería y por qué no decir todo un hospital, pues en muchos países los jefes de hospitales son enfermeros, con mucho recorrido posgradual, investigación, entonces ese es el desafío a los avances que debemos transitar e incursionar”, subrayó la directora de la Carrera de Enfermería, María Esther Santos.

Recalcó que la enfermera de hoy tiene una formación científica técnica, tiene un pensamiento crítico y reflexivo antes de intervenir, de tal manera que hace hincapié no solamente en las funciones dependientes que ordena el médico.

Según Santos, antes el trabajo en servicios de salud de primero, segundo y tercer nivel, era algo repetitivo y hoy es dinámico donde el profesional en Enfermería se constituye en la persona que hace un “trabajo custodial” de la persona sana o enferma.

Por otra parte, los enfermeros en Bolivia hacen prevalecer sus funciones autónomas, independientes y con pensamiento crítico al de los médicos en el cuidado preciso de enfermería. La formación del enfermero en gestiones pasadas era netamente procedimental que solamente seguía indicaciones del médico.

PREPARADOS PARA TODO

La Directora destacó la labor del profesional en Enfermería, indicando que en ocasiones deben resolver problemas de salud porque no siempre está el médico al lado de los pacientes, por lo que tienen que estar preparados, capacitados y esto exige estudio y esfuerzo.

“Las enfermeras hacemos cosas que ni los familiares hacen, digamos solucionar necesidades básicas, de higiene, de limpieza, de tocar hasta las partes íntimas de la persona, ese es el verdadero cuidado profesional porque a veces ni la familia tiene esa capacidad de dar atención. Nosotros estamos con el paciente en el momento que está de pronto pensando que la vida se le va de las manos y nosotros estamos a su lado”, remarcó.

Santos recalcó que el personal de Enfermería está desde seis hasta 12 horas continuas con el enfermo, lo que ningún otro profesional lo hace. “Por eso es una vocación que nosotros debemos brindar minuto a minuto”, enfatizó.

EN EL "UNI"

La responsable del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario, Melvi Santos, lleva 12 años trabajando y durante ese tiempo rotó por diferentes servicios como neonatología, pediatría, urgencias, maternidad, cirugía, medicina interna.

“Yo desde escuela siempre había dicho voy a ser enfermera porque ví en una de mis familiares, mi tía era auxiliar, y con ella siempre había participado en los puestos de salud, iba en las vacaciones, entonces dije ‘voy a ser igualita que ella. Me gusta, voy a ser auxiliar’, pero gracias a Dios estudié para licenciatura, que es una carrera muy bonita para quien tiene vocación”, afirmó.

A propósito de la vocación, Santos sostiene que si los profesionales del área no tendrían esa cualidad habría quejas, mala atención, por eso también a los internos les advierten que están a tiempo para tomar otro camino.

“Entonces a las que vienen (internas) se les explica ‘esto es así’, aunque a veces dicen ‘pero yo soy licenciada y esto nomás tengo que hacer’” indicó Santos.

Santos también se refirió a las dificultades que encontró en el camino. Por ejemplo, relató que cuando empezaba a ejercer la profesión en el Hospital Universitario, hace unos años cuando sólo era centro de salud, llegó de donación una incubadora que para entonces era moderna y sus instrucciones estaban en inglés y nadie allí entendía.

De pronto llegó un niño que debería estar en la incubadora y las enfermeras se preguntaron ahora qué iban a hacer. “Entonces encendí la incubadora, metí al bebé y gracias a Dios no sé cómo me di cuenta, pero hubo un olor como a quemado y dije ‘algo está pasando’, inmediatamente saqué al bebé, abrí toda la incubadora y resultó que abajo se estaba quemando, entonces coloqué agua y empezó a calentar (la incubadora) y recién lo puse al bebé. Claro ha sido mi experiencia, como si alguien me dijera así es, pues así lo hice y las demás colegas empezaron a hacer lo mismo, esa fue mi experiencia pero más bien no pasó nada con el bebé”, recordó.

Para ayudar

Miriam Aguilar

CURSANTE DE MAESTRÍA

"Yo salí de la Carrera de Enfermería con la expectativa de trabajar y ayudar a las personas que necesitan el apoyo que nosotras podemos dar en momentos difíciles de la vida.

Hacer mi trabajo bien como una enfermera responsable es lo que necesitan los demás".

Emocional

María Esther Santos

Directora Carrera

"Recuerdo que cuando empecé a trabajar de enfermera llegó a la clínica un paciente con un problema y falleció; mi reacción fue llorar hasta que el médico me dijo: 'licenciada, tenemos que controlar nuestras emociones porque la familia puede pensar que no hemos hecho la atención requerida".

Vocación

Melvi Santos

HOSPITAL UNI

"Todas tendríamos que tener vocación y si en caso no fuera así hubiera quejas, una mala atención, por eso a las colegas que vienen por detrás de nosotras, las internas, también les dicen que están a tiempo para tomar otro camino en su profesionalización".

Género

Ladia Coa

Enfermera

"Creo que si existe vocación todo es posible, por eso ahora también hay hombres que estudian Enfermería, una profesión que antes sólo era seguida por las mujeres porque decían que las mujeres cuidaban mejor a los niños y todo eso, pero ahora están cambiando los roles".

Cifras del sector

El 12 de mayo se celebró el Día del Enfermero y Enfermera, que fue instituido en Bolivia en 1961, durante el gobierno de Víctor Paz Estenssoro como homenaje a esta noble profesión. En el Estado Plurinacional, aproximadamente 30.190 profesionales de esta área trabajan en el sector público, según datos oficiales.

De los 30.190 profesionales en Enfermería, 26.890 son mujeres y 3.300 son varones, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) basado en datos del Censo de Población y Vivienda 2012.

El 28% de las enfermeras del país se encuentra en el departamento de La Paz y un 26.5% en Santa Cruz, concentrando entre ambas regiones el 54.5% del total.

En los nueve departamentos del país, el 80.9% de las enfermeras no cuenta con un nivel superior de instrucción que en el caso de los enfermeros llega al 71.5%.

En ese marco, la directora de la Carrera de Enfermería,María Esther Sánchez, pidió atención a las instancias correspondientes del Ministerio de Salud, brindando más ítems y una remuneración justa, además de un trato digno al enfermero y enfermera boliviana.

Dijo que esta fecha de celebración debe unir a los profesionales en el área para lograr el reconocimiento del Estado y la sociedad al trabajo arduo y esforzado que no siempre es valorado.


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