lunes, 22 de diciembre de 2014

Lavan a mano ropa de cama del Hospital de Clínicas

En un ambiente cálido y recóndito del Hospital de Clínicas se ve claramente el esfuerzo humano de todo un equipo que, de forma manual, se expone a la contaminación en el lavado de más de dos mil piezas hospitalarias por día. La falta de recursos económicos y tecnología limitan las posibilidades de contar con equipos sofisticados para el lavado de las prendas.

En el centro hospitalario lo ideal de prevenir la infección mediante los antisépticos, utilizando las nebulizaciones con fenol para desinfectar el aire, el lavado de manos, la desinfección de la prendas quirúrgica, con recursos tecnológicos de última generación, sería lo más óptimo.

O incluyendo las técnicas de esterilización por vapor o de los descubrimientos de nuevos antisépticos y fundamentalmente de las sulfamidas y la penicilina, ha ido mejorando la lucha contra la infección, no solo para el aseo de espacios quirúrgicos sino también para las prendas hospitalarias.

No obstante, y luego de una visita que realizó EL DIARIO, pudo evidenciar que la infección hospitalaria sigue siendo hoy día un problema de salud pública de primer orden y si bien no está demostrado que el nivel de desarrollo tecnológico favorezca su control, en un centro hospitalario donde se requiere de máquinas industriales para lavar la ropa se siente la necesidad humana.

Sin embargo, aunque no puede plantearse su eliminación del lavado manual, sí se puede obtener una reducción considerable, si se toman medidas adecuadas para su identificación y control.

UNOS MINUTOS

EN LA LAVANDERÍA

Al llegar al lugar, se siente el ambiente húmedo al que se exponen los empleados del sector de lavandería, en el suelo se observan sábanas en remojo con restos de heces fecales de algún paciente, se ven también compresas con sangre y flujo. Claramente se aprecia la contaminación a la que se exponen los empleados con sus limitadas medidas de seguridad.

Una radio que sintoniza “música bonita”, de una emisora conocida acompaña el refregado de cada una de las prendas que se dividen en un apoza dividida por tres espacios, cada uno de ellos está destinado para el lavado de una prenda.

“El trabajo es muy pesado”, dice uno de los funcionarios al percatarse de la presencia de este medio, se ve que las personas tienen una inclinación muy marcada en la columna por el esfuerzo que se requiere para poder refregar las manchas.

Una tras otra salen las prendas limpias, a un espacio donde se encuentran las pocas máquinas que enjuagan y secan las mismas, como un paso previo para el extendido de la ropa en un ambiente al aire libre.

El cansancio y esfuerzo del equipo compuesto de hombres y mujeres es inexplicable, más aún cuando la remuneración económica por este trabajo en algunos casos es el salario mínimo.

Es necesario introducir en los hospitales un control de la infección hospitalaria como indicador de la calidad de la atención, así como el riesgo que puede representar para el paciente. Los desinfectantes más utilizados en hospital son compuestos de cloro pero no es suficiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario