Zenobia Carrasco se cubre la cara con su brazo y habla con los ojos entreabiertos para evitar que los granos de arena impulsados por el viento ingresen en su órgano visual. “Estamos preocupados”, dice esta vecina del Plan 3.000. Tras el incendio que consumió el improvisado mercado de esta zona, el municipio de Santa Cruz removió el pavimento dejando escombros que cortan las vías de acceso y el ingreso a un hospital que está a metros de un enorme obelisco, símbolo del populoso distrito.
“Nos están perjudicando. No hay cómo entrar al hospital, ayer (sábado) una señora pedía auxilio porque su madre estaba mal y su vehículo no podía ingresar. Tuvieron que sacar una camilla afuera y meter inconsciente a la señora”, señaló la mujer.
El incendio se produjo hace un mes. Durante ese tiempo la Alcaldía de Santa Cruz anunció importantes obras, como un camellón central y una gran alameda con gran cantidad de árboles. Incluso casi de forma inmediata del siniestro comenzó a quitar el viejo pavimento y al remover los restos de las casetas.
Karina Delgadillo, otra vecina de este distrito, dijo que las obras son bienvenidas, pero critica el desorden ocasionado.
“Agradecemos que se recuperen los espacios. Pero necesitamos que nos habiliten alguna vía alterna para ingresar por lo menos al hospital”, señaló.
Más brusco fue Johnny Valeriano, un comerciante que desde hace más de 20 años vive en este distrito, afirmó que los restos de pavimentos perjudican a varios comercios legales que tributan mucho al municipio.
“No puede ser que los vecinos no podamos ni ingresar al hospital”, señaló.
Una postura similar tiene Juana Coraite, para ella el polvo expulsado de los escombros le recuerda a cómo era el Plan, 30 años atrás.
Postura municipal
El secretario municipal de comunicación, Jorge Landivar, señaló que los vecinos “van a tener que aguantarse” porque la comuna hace obras que deben cumplir determinadas fechas.
“Usted no puede vaciar cemento y decirle a la gente al día siguiente tiene que entrar, tienen que esperar 28 días para que ese cemento fragüe detalló Lándivar. Explicó que la comuna está cambiando calles que tenían pavimentos de más de 10 años.
“Eran calles podridas, para ser más directos; las estamos deshaciendo y les estamos por poner cemento nuevo”, agregó.
El subalcalde del distrito 8, Víctor Celiz, pidió paciencia a los vecinos de este lugar, e indicó que desde su despacho se harán las gestiones para habilitar accesos alternativos mientras duren las obras en este lugar.
Roberto Añez, secretario municipal de Parques y Jardines, fue más preciso y aseguró que todo lo planificado, el camellón central y la gran alameda, estará en un plazo de dos meses.
“El trabajo fuerte comenzará en unos 20 días. Cuando terminemos va a ser un ejemplo de área recuperada”, señaló Añez.
Mientras la obra avanza, Zenobia Carrasco seguirá ingeniándoselas para cubrirse del polvo.
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