domingo, 4 de agosto de 2013

La odisea del adulto mayor para acceder a una consulta

Doña María, una adulta mayor, de 69 años, con reumatismo en las rodillas y otras dolencias propias de la edad, debe arreglárselas para despertar muy temprano, desde las 4.00 o 5.00 de la mañana y salir de su casa, ubicada en uno de los barrios de la ladera norte de ciudad de La Paz para tratar de llegar hasta el sector del Estado Mayor, zona Miraflores de La Paz, donde se encuentra el Hospital de Clínicas. En el Hospital de Clínicas funciona el Seguro de Salud para el Adulto Mayor (Ssapm) cubierto por la Alcaldía, donde los asegurados deben hacer filas desde horas de la madrugada para acceder a una de las fichas disponibles para la atención médica. En la fila ya se encuentran como 20 adultos mayores antes que doña María. “Yo salí a las 5 de la mañana de mi casa en Alto Munaypata, todavía estaba medio oscuro”, “si, los de adelante dice que llegan a las 4.00 para estar primeros”, comentan dos señoras que se encuentran más en la fila. El trámite no es sencillo, después de recabar su ficha en la oficina del seguro, ubicado al interior del hospital, luego debe hacer una nueva fila en el ingreso del nosocomio para confirmar su atención con el registro de su historia clínica o expediente, el que luego será trasladado al consultorio de Geriatría. Las filas en el ingreso del hospital parecen interminables, pues no se distingue el inicio del final, son 4 correspondientes a cada una de las ventanillas que agrupan diferentes especialidades médicas, dos de ellas se extienden hasta la calle, afuera de las puertas principales. Pero las filas son sólo para los asegurados del Sspam, en este lugar se mezclan todas aquellas personas que requieran una atención médica, ya sean nuevos pacientes o antiguos, asegurados y personas que adquirieron su ficha pagando un determinado monto de acuerdo a la especialidad. Las ventanillas se abren a partir de las 8.00, los pacientes antiguos de las filas deben esperar que el personal de las ventanillas aperturen nuevos registros para los pacientes que vienen por primera vez. Allí está doña María, esperando de pie, sobre el frío cemento, en las afueras de la sala donde se encuentran las ventanillas. Pareciera que el frío aumenta los dolores de sus rodillas, no le queda más que esperar para ingresar a su consulta quincenal con el médico geriatra. Pasadas las 9 de la mañana, se registró en ventanilla, donde le indicaron que es la persona número 12 para la atención en consultorio. Ahora, le toca seguir esperando, pero no se imagina hasta qué hora, porque la atención inicia después de las 10.00. El consultorio se encuentra en uno de los tantos pabellones que tiene el Hospital, a un lado de un pasillo que ingresa al fondo, a otros consultorios y ambientes del lugar. En el pasillo existe una banca para 5 personas, pero afuera del consultorio de Geriatría, no hay más bancas. Doña María, como otros adultos mayores, debe esperar de pie si quiere estar adentro del pabellón que se mantiene con las puertas abiertas, los que desean sentarse, deben salir afuera a buscar una banca disponible en cercanías del pabellón. Doña María,encuentra una banca que está a unos 3 metros del pabellón, allí se sienta esperando que el sol de invierno caliente un poco más el ambiente. Cuando son las 11.00 de la mañana, decide acercarse de rato en rato al consultorio para escuchar al médico que convoca a los pacientes desde la puerta, pero recién va el número 7. Espera de pie, también afuera, cuando muchos otros pacientes ocupan las pocas bancas, desde donde no puede escuchar al médico, para saber si ya es su turno. Cerca de la 13.00, al fin ingresó a consultorio, después de su revisión el médico le recetó tabletas y le ordenó un examen de Rayos X, cuyo resultado debe presentar en su próxima consulta. Antes de pedir sus medicamentos debe regresar a la oficina del Sspam para que sellen su receta, de lo contrario no podrá acceder a recogerlos, para ello debe presentar una fotocopia de su carnet de asegurado y de su cédula de identidad. Le indican que allí mismo debe sellar la solicitud del examen radiológico, así lo hace y luego debe buscar el pabellón donde hacen los exámenes. Una vez en el lugar, uno de los galenos recibe su solicitud, pero le indica que la máquina que hace el examen está averiada y debe regresar la siguiente semana para preguntar si se habilitó.

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