Hasta altas horas de la noche de ayer, los médicos del país estaban reunidos en la Sede de Gobierno, para analizar los pasos a seguir en el conflicto con el Ejecutivo nacional.
Durante las movilizaciones de ayer fueron detenidas, por la Policía, dos personas, que fueron liberadas e inmediatamente trasladadas al Hospital Obrero para realizarles algunas curaciones por lesiones de poca gravedad, según informó la doctora Rosario Ruiz.
Más temprano, ante la consulta de este medio de comunicación, el director Departamental de la Felcc, coronel Johnny Aguilera informó que cerca de las 20 horas recobraron su libertad los detenidos durante la manifestación de médicos de ayer, luego la dirigente Ruiz, confirmó este dato.
SIN SOLUCIÓN
El conflicto continúa sin indicios de solución, aunque El Colegió Médico Nacional y el Departamental analizaban hasta altas horas de la noche de ayer los puntos sobre una posible mediación de la Iglesia Católica, pero las bases rechazaron esta salida, aunque la posición se definirá en una reunión con la Iglesia, hoy, cerca de las 10 de la mañana.
Mientras tanto el conflicto continúa, solamente se prevé la mediación para avanzar sobre una posible solución con la mediación de la Iglesia, afirmó la doctora Ruiz.
Ayer, surgió una posibilidad de finalmente ingresar a un cuarto intermedio en el prolongado conflicto, gracias a la mediación de los representantes de la Iglesia Católica que lograron reunirse en la ciudad de La Paz con la dirigencia de los galenos.
NACIONES UNIDAS
Por otro lado, la Organización de Naciones Unidas (ONU) expresó ayer su preocupación por el paro indefinido del sector médico e instó a los movilizados y al Gobierno boliviano a retomar el proceso de diálogo, según publicó ANF.
"Las Naciones Unidas reconoce la vocación de servicio humanitario y solidaridad de los profesionales de la salud en Bolivia y considera necesario, urgente y conveniente reiniciar el diálogo, con los servicios de salud funcionando en pleno", indicó la ONU mediante un comunicado.
La Organización remarcó que la interrupción de los servicios esenciales de salud se constituye en una amenaza para la población "porque pone en peligro la vida y la salud de las personas".
Por tanto, "la falta de atención oportuna (incluso) podría en ciertos casos derivar en muerte o daño grave a la salud y la prolongación en el tiempo de esta situación derivar en una crisis nacional aguda", alertó.
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