viernes, 18 de agosto de 2017

Cruzada para combatir los estigmas de salud mental



Padecer un trastorno de salud mental es algo que se puede sobrellevar con la medicación adecuada. En la mayoría de los casos son los estigmas sociales los que alejan a los enfermos de un tratamiento oportuno y de su recuperación. Las exigencias del trabajo y otras obligaciones empujan cada vez a más personas a padecer de estrés o de ansiedad, que pueden complicarse debido al tabú de visitar un centro médico y pedir ayuda.

Contra esto, profesionales de salud del Hospital Psiquiátrico Benito Menni lanzaron el Concurso Cinematográfico 2017 sobre salud mental, que tiene por objetivo convocar a la presentación de cortometrajes para concienciar a la sociedad del daño que causan estos prejuicios.

Según datos de la Sociedad Boliviana de Psiquiatría regional Santa Cruz, hay tres centros de atención: Clínica Neuropsiquiátrica Monte Sinaí, la Fundación Centro de Salud Mental y el centro Benito Menni. Un estudio de la UMSA señala que a escala nacional, hay 39 centros ambulatorios, nueve especializados y solo uno íntegramente estatal, el Instituto Psiquiátrico Gregorio Pacheco en Sucre.

Recuperación voluntaria
Emiliano (nombre ficticio) lleva tres meses de manera voluntaria en el Benito Menni. Sentado en la sala del taller creativo, se muestra de buen ánimo ante la visita de la prensa y explica que su interés son las noticias deportivas y de sociales. Exhibe recortes de su colección, que guarda casi desde el momento que llegó. Viste suéter gris, gorra blanca y pantalón jean. Nombra periodistas de sus artículos preferidos y destaca que tiene su página de Facebook sobre novedades musicales.

Emiliano (25) dice orgulloso que estudia agrimensura en una universidad privada y asegura que no tiene pena de mostrarse o contar detalles de su vida. El sicólogo Rolando Soliz explica que sufre principios de trastornos de bipolaridad, aunque no es seguro, porque su diagnóstico aún no fue concluido. En este centro los pacientes se internan entre 14 y 20 días, y después se les receta medicación para reintegrarlos a su vida normal, bajo la condición que regresen para su control.

Abandono familiar
La hermana Elena Crespo es una de las fundadoras del centro. Cuenta que comenzaron en el barrio 25 de Diciembre del Plan Tres Mil, en un terreno gestionado por el cardenal Julio Terrazas. Ante la demanda, solicitaron al municipio su traslado al ambiente actual, a la altura de la avenida Piraí, entre quinto y sexto anillo.
Explica que el centro tiene dos ambientes: un pabellón de 30 camas para pacientes agudos, y otro con 30 camas para enfermos abandonados por sus familiares.
“No tienen a nadie. Algunos llegaron jóvenes y ahora tienen más de 60 años. Hace cuatro meses falleció uno de ellos. Estaba enfermo de los pulmones, se lo cuidó todo lo que se pudo, pero su momento llegó”, lamentó.

Formada en enfermería en Barcelona (España) fue destinada a Sudamérica a los 33 años. Trabajó en Chile y Uruguay antes de llegar a Bolivia. Su mayor deseo es que la sociedad entienda que los enfermos mentales pueden llevar una vida normal. “Que sepan que recibirán nuestro apoyo, pero que no somos un lugar de depósito o de abandono como lo vienen haciendo”, agregó.

Sobre el concurso

La idea surgió de las pasantes de comunicación Jillary Daniela Tineo y Juseleidy Coca Melgar, que al conocer que lo social entorpece el tratamiento médico, decidieron utilizar un medio masivo y de aceptación entre jóvenes, como es el cine.
El director de la clínica, Alí Uriona, destacó que desde lo legal no existen normas estatales para ayudarlos. “La Ley 475 (de prestaciones médicas) debería incorporarlos, porque la atención de las cajas es deficiente”, señaló.

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