miércoles, 31 de mayo de 2017

Padre e hijo especialistas en oncología ginecológica

Unos cuantos metros separan sus consultorios, ambos trabajan en lo que les apasiona y sus especialidades se complementan permitiéndoles crecer como profesionales y personas.

Basta verlos juntos para percibir la admiración mutua que existe entre Oscar Niño de Guzmán y su hijo que lleva su mismo nombre. Uno es mé-dico ginecólogo con especialidad

en oncología ginecológica y el otro,

en mastología con subespecialidad en cirugía oncoplástica y reconstructiva de mamas.

Y esta afinidad no es fruto del azar, sino del ejemplo. Desde sus ocho años, Oscar Niño de Guzmán Luizaga, se ponía un mandil blanco y acompañaba a su padre a las visitas médicas a sus pacientes; a los 15 ya participaba en los turnos de guardia en el hospital de la Caja Nacional de Salud (CNS). Luego estudió medicina en la Universidad Mayor de San Simón y se especializó en el Perú y Buenos Aires.

Desde hace tres años, padre e hijo unieron esfuerzos y conocimientos para abrir el Centro de Oncología Ginecológica Niño de Guzmán, ubicado en el piso 2 de las Torres Soffer. Allí, junto a un equipo multidisciplinario, atienden a las mujeres que acuden buscando un diagnóstico y tratamiento médico.

Oscar Niño de Guzmán P, quien ejerce medicina desde hace 29 años, de los cuales 17 está dedicado a la oncología ginecológica en la CNS, explica la importancia del manejo integral de las enfermedades que tienen en su Centro.

“Somos ginecólogos y sabemos cómo funciona el organismo de la mujer; entendemos con mayor facilidad lo que les está pasando y podemos generar una mejor empatía”, sostiene.

Ambos profesionales destacan que han dando un paso más en el tratamiento de cáncer de mama, a nivel nacional, “ya no son cirugías radicales, estamos entrado a la era de oncoplastía mamaria, que consiste en amalgamar la cirugía plástica con la cirugía de cáncer, para lograr resultados estéticos que mejoren la calidad de vida de las pacientes.

Sobre la situación actual de esta enfermedad en Bolivia, el especialista en Mastología sostiene que hay un subregistro de los casos, no obstante, el porcentaje de diagnóstico es mayor, porque las mujeres están más conscientes de los riesgos y acuden con mayor frecuencia a sus controles; esto incide en un tratamiento más efectivo.

A nivel del eje troncal del país, en las ciudades capital de Cochabamba,

La Paz y Santa Cruz, la incidencia del cáncer de mama es la más alta.

No obstante, a nivel de Bolivia, el cáncer de cuello uterino ocupa el primer lugar entre las mujeres, especialmente las que viven en las zonas rurales.

Esto refleja una realidad opuesta. Mientras que en las ciudades ciertos factores del estilo de vida moderno como la postergación de la maternidad, la disminución de la lactancia materna, entre otros, influyen en la aparición del cáncer de mama en mujeres de diferentes edades; en el campo, el cáncer de cuello uterino ataca con mayor frecuencia a las mujeres que tienen muchos hijos, que desconocen como prevenir esta enfermedad.



PREVENCIÓN, LA CLAVE

El cáncer en los primeros estadíos es tratable y con mejor pronóstico para la paciente; ahí radica la importancia de la prevención, sostiene Oscar Niño de Guzmán L.

“Si hubiera más gente capacitada en la prevención, tendríamos una reducción en el índice de casos de cáncer. Es más fácil tratar este mal en estadíos tempranos, no se necesita un instituto de cuarto nivel para tratar estos casos. Creo que pensamos primero en tener los edificios y luego llenarlos con la gente, cuando es al revés, la prevención es más importante, hay que enseñar a las mujeres cuáles son los mecanismos para detectar posibles síntomas de estas enfermedades. Esta capacitación debe comenzar en la escuela”, añade.

Cuando las mujeres aprendan a observar las señales que manda su cuerpo para alertar que algo no está bien, será posible detectar el cáncer a su inicio.

CÁNCER DEL CUELLO UTERINO

Con relación al cáncer de cuello uterino, el doctor Oscar Niño de Guzmán P, explica que este tipo de cáncer debe ser considerado como una enfermedad de transmisión sexual, puesto que uno de los principales factores que lo desencadena es el virus del papiloma humano (VPH).

Según el profesional, casi el 70 por ciento de la población joven va estar en contacto con este virus, el cual muchas veces se activará causando el cáncer de cuello uterino.

En este caso, la prevención también es clave para disminuir la incidencia de este tipo de enfermedad que causa miles de muertes en Bolivia y el mundo.

Pruebas

En el Centro de Oncología Ginecológica Niño de Guzmán, los profesionales están capacitados para realizar diferentes pruebas de detección de enfermedades oncológicas ginecológicas, como por ejemplo, la Captura Híbrida, que sirve para detectar la presencia del Virus del Papiloma Humano que causan el cáncer del cuello uterino.

Así como en la aplicación de diferentes tratamientos para combatir el cáncer de mama

y del cuello uterino.

Prevención

A los 18 años, las mujeres tienen que comenzar con el autoexamen mensual de las mamas, durante los primeros 10 días después del periodo menstrual.

Las mujeres que ya no menstrúan por la menopausia o porque les quitaron el útero, tienen que fijarse un día al mes, para hacer la revisión de mamas y una vez al año con un especialista.

Prevención.

Para las jóvenes las ecografías son lo más importante y la mamografía para las mujeres a partir de los 40 años, tengan o no sintomatología. Ante cualquier signo de alarma

acudir al médico.

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