miércoles, 23 de noviembre de 2016

Por agua turbia, hospitales General y Obrero reprograman las cirugías

El Hospital de Clínicas se declaró en emergencia y, al igual que el Hospital Obrero, se ve obligado a reprogramar cirugías por la emergencia del agua. Aunque ambos nosocomios cuentan con suministro del líquido, éste llega turbio y a muy baja presión.

"Esta mañana nos hemos reunido y tras una amplia discusión nos hemos declarado en emergencia por la crisis de agua. Eso no quiere decir que no nos esté llegando el líquido, pero llega turbio”, informó el administrador del Hospital de Clínicas, Leonardo Laurani.

Aseguró que debido a ello se deben reprogramar las cirugías en el nosocomio público que depende de la Gobernación de La Paz. "Sólo se llevarán a cabo las operaciones que son de emergencia”, dijo. Adelantó que hoy se conocerá con detalles cómo trabajará el hospital en la emergencia.

El pasado 8 de noviembre, la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) inició un plan de racionamiento del servicio de agua en 94 barrios de la zona Sur y de la ladera Este. El pasado fin de semana endureció la medida reduciendo el suministro a tres horas cada tercer día y ampliando los cortes a El Alto y la ladera Oeste de La Paz. El lunes, el presidente Evo Morales declaró emergencia nacional.

"Nosotros no estamos al margen de esa situación. El hospital no es una isla , aquí también sufrimos por la restricción de un recurso tan importante. Cada día usamos 70.000 litros de agua: 20.000 para hemodiálisis y 50.000 para el resto de los servicios”, destacó el director del Hospital Obrero, Carlos Guachalla.

En el nosocomio, dependiente de la Caja Nacional de Salud (CNS), no falta agua pero la presión del servició bajó mucho. "Es decir que si teníamos una presión de 4,5 metros cúbicos por segundo, ésta se redujo a 1,5. Eso evidencia que hay una disminución del líquido, por lo que acopiamos agua y esa reserva nos puede permitir funcionar 24 horas”, destacó el galeno.

El hospital no se abastece de agua por cisternas, sino directamente de las pilas, ya que EPSAS no cortó el suministro. La razón es que cerca al nosocomio hay un hidrante de abastecimiento.
"Sin embargo, lo que nos preocupa en este momento es la calidad del agua, ya que está turbia y eso afecta al lavado de insumos y otras actividades diarias y necesarias”, dijo Guachalla.

Una de las áreas afectadas es la de cirugía. "Estamos restringiendo las operaciones programadas, es decir aquellas que no son urgentes”, afirmó el director del Obrero. Aclaró que las intervenciones de urgencia se realizarán con normalidad.

Aseguró que esta reprogramación se realizará "hasta que mejoren las condiciones del sumistro, pues el servicio precario del agua es un problema”. Comentó que sólo para una cirugía de próstata se requieren al menos 40 litros de agua purificada.

En el área de esterilización, el Hospital Obrero cuenta con un sistema de purificación del líquido que se usa también para higienizar los equipos quirúrgicos. "Este espacio está en una situación delicada, porque si la presión del agua baja, las máquinas no pueden trabajar. Eso genera dificultades”, explicó.

El Obrero atiende a 240 pacientes internados y de 1.500 a 2.000 en consultas externas; a ellos se suman otros 150 individuos que ingresan a emergencias cada día. El conjunto usa al menos 5.000 litros de agua sólo en el baño.

Según denuncias, el hospital La Merced ha dejado de atender partos y cirugías, ya que no tiene agua para esterilizar y lavar los instrumentos. Una paciente se quejó porque en ese nosocomio edil le indicaron que cuando esté en trabajo de parto la atenderán pero sin material estéril.


El Hospital Obrero garantiza el servicio de hemodiálisis

En el Hospital Obrero el servicio de hemodiálisis está garantizado, pese a la emergencia que vive La Paz por la escasez de agua, informó el director del nosocomio, Carlos Guachalla.

"No vamos a suspender las hemodiálisis, pese a que hay una baja presión del suministro de agua”, informó. Explicó que ese servicio no se puede reprogramar o suspender porque de él depende la vida de los pacientes renales. Cada día, 20 máquinas funcionan sin pausa en cuatro turnos: mañana, tarde, noche y trasnoche.

Cada paciente se somete a cuatro sesiones cada semana. "Suspender el área de hemodiálisis sería trágico”.

Guachalla enfatizó que en el servicio hay una máquina purificadora de agua. "Esa máquina hace que el agua pase por tres filtros: uno de arena, otro de carbón y otro de carbón activado. De tal forma que el producto final tiene una calidad A3, que indica que no contiene gérmenes y es agua adecuada para las máquinas de hemodiálisis”, aseguró.

El médico internista comentó que sólo para ese servicio que se da a los enfermos renales cada día se requieren 20.000 litros de agua.

Según Guachalla, el mayor nosocomio paceño de la CNS cuenta con un depósito de agua de 120 mil litros que sólo puede abastecer al hospital por 24 horas. Ese líquido es el que se usa en hemodiálisis.

En tanto, el administrador del Hospital de Clínicas, Leonardo Laurani, comentó que en el nosocomio público por el momento no se realizan hemodiálisis. Todos los pacientes renales fueron trasladados a diferentes centros, ya que el área se somete a refacciones.


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