lunes, 13 de junio de 2016

Alan Ariel, el mayor donante de sangre

Solidaridad. El Banco de Sangre Cochabamba recibe un promedio de 120 donantes cada día, unos acuden al llamado de un familiar o amigo y otros lo hacen por pura convicción y solidaridad.

La mayoría de los que trabajan en el lugar lo conocen, es un visitante que nunca falla. Cada tres meses, desde hace 12 años, acude al Banco de Sangre para donar voluntariamente casi medio litro de su sangre y así ayudar a salvar la vida de alguien que lo más probable es que no conozca.

Alan Ariel Tordoya, tiene 28 años, es un hombre corpulento, mide 1,75 metros de altura. Es uno de los donantes más comprometidos con el Banco de Sangre Cochabamba, que se encuentra en la calle Aurelio Meleán Nº 487, por la zona del parque La Torre.

Él es una de las pocas personas que ya está muy familiarizado con el procedimiento; según un estimado, Alan Tordoya donó sangre unas 45 veces y en cada una de ellas se le extrajo un aproximado de 380 mililitros.

“La primera vez que doné necesité la autorización de mis padres porque era menor de edad, luego aceptaron mi decisión y me permitieron seguir haciéndolo cada tres meses. Para mí es muy gratificante, porque con este gesto ayudé a otras personas, muchas de las cuales podrían haber muerto si no se les realizaban una transfusión sanguínea”, asegura Tordoya.

Y no se equivoca, el corazón del ser humano late a un ritmo promedio de 70 veces por minuto. En cada una de estas dilataciones y contracciones, el músculo cardiaco bombea 90 mililitros de sangre, que recorren el cuerpo en apenas un minuto, a una velocidad de dos kilómetros por hora. En caso de un accidente, una persona puede tolerar una pérdida de sangre de hasta el 10 por ciento del líquido vital; pero, ya es peligroso cuando se pierde el 30 por ciento del volumen sanguíneo y el 50 por ciento representa una muerte segura.

En estos 12 años como donador voluntario, factor O RH +, se estima que Ariel Tordoya donó unos 18 litros y si consideramos que el ser humano requiere de un promedio de cinco litros para vivir, la cantidad alcanzaría para reponer la sangre de tres personas.

Él es solo un ejemplo de las personas que donan sangre voluntariamente.

Maria Luisa Herrera Rivera, directora del Banco de Sangre Cochabamba, sostiene que cada día reciben un promedio de 120 personas que acuden a donar para un familiar o por compromiso.

“Existen tres figuras de donación; la primera es de gente altruista y vo- luntaria, la segunda es la figura de re- posición por familiares y la tercera, menos común, es el donante autólogo, aquel que deja su sangre para que pos-teriormente pueda utilizarla”, explica la profesional.

El Banco de Sangre Cochabamba, dependiente del Estado y de la Gobernación, tiene la función de proporcionar hemocomponentes a 22 centros de salud, sean públicos o privados.

Actualmente distribuye 1.700 unidades de 400 mililitros cada mes, para cubrir los diversos requerimientos que llegan de los hospitales de segundo y tercer nivel, es decir, de aquellos en los que se realizan procedimientos quirúrgicos o atenciones ginecológicas.

“No somos colectores de sangre; sino, que somos productores de hemocomponentes” enfatiza la directora.

De cada unidad de sangre retirada al donante se obtienen tres componentes fundamentales, que son el concentrado de hematíes, plasma y las plaquetas, que son distribuidos a requerimiento; así el paciente recibe solo lo que su cuerpo necesita.

Control de calidad

Según Herrera, el Banco de Sangre requiere cerca a 2.050 donantes mensuales para cubrir la demanda departamental; puesto que se descarta a un 20 y 30 por ciento de los donantes, por diferentes razones.

De acuerdo a las normas internacionales de salud, un donante debe estar saludable, por lo que, ante cualquier enfermedad existente se rechaza la posibilidad de que done.

“La sangre de un posible donante pasa por un análisis clínico para descartar enfermedades como VIH, hepatitis B y C, chagas y sífilis”, dice Herrera.

Margarita N.N. tiene 23 años y esta es la primera vez que llega al Banco de Sangre, por lo que está temerosa, ya que desconoce el procedimiento. Luego del registro, el primer paso es ingresar a consulta con el doctor.

Allí, luego de un control de sus signos vitales, el donante debe someterse a las preguntas de rigor con el médico, que giran en torno a comportamientos, consumos y cuidados personales.

Las respuestas solo son conocidas por el galeno, quien evalúa la factibilidad de la donación y da vía libre al procedimiento de extracción.

Una vez que el donante ingresa a la sala comienza la codificación, es decir que se anula el nombre y se procede a clasificarlo bajo normas internacionales; de esta manera, se protege su identidad.

En caso de descartar una donación, por detectar una enfermedad, se lo localiza -gracias a los datos que ingresa

durante su registro-; se procede a confirmar los resultados y luego se le informa, para que acuda a un centro hospitalario y reciba atención profesional.

Tipos de sangre

Un factor importante para resaltar es que hay tipos de sangre que son más difíciles de conseguir, como los factores negativos.

María Luisa Herrera explica que el 1.5 por ciento de la población nacional requiere de factores negativos, ya sean A, B o AB. “Por suerte, la mayoría de los estudiantes de Medicina del Brasil tiene ese factor de sangre y son ellos los que proveen al Banco, de manera desinteresada”.

Por otro lado, el Banco de Sangre también cuenta con una lista de donantes especiales, a la cual se recurre en caso de necesidad.

Otros donantes son contactados a

través de páginas de Facebook, como “Abds donadores de sangre” y “Donadores O Rh negativo”, entre otros.

Si bien los donantes, en ningún caso, reciben una remuneración, el Banco de Sangre cobra un determinado monto económico para poder cubrir los costos de laboratorio y los gastos administrativos del personal.

Y aclara que “tampoco extraen sangre cuando no hay necesidad, porque luego del proceso de fraccionamiento y separación de los hemocomponentes solo son útiles 30 días”.

Campañas externas

Cuando existe carencia de donantes, el Banco de Sangre acude con personal capacitado a plazuelas, parques, instituciones públicas o privadas para recolectar unidades de sangre y así obtener el cupo mensual.

Cinthia Leisej, voluntaria de Movimiento Sonrisa y del Banco de Sangre, afirma que los cochabambinos debemos ser más altruistas y acudir a los puntos de donación, puesto que se trata de un gesto único de amor al prójimo.

a nivel mundial

De acuerdo a las cifras proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), anualmente se recolectan 108 millones de unidades de sangre en el mundo; las mismas que son em-pleadas para proceder con transfusiones de sangre y así salvar millones de vidas.

No obstante, de acuerdo a la OMS, solo hay 62 países en el mundo donde el suministro nacional de sangre procede en su totalidad de donaciones voluntarias no remuneradas, mientras que 40 países siguen dependiendo de donaciones procedentes de familiares o incluso de donantes remunerados.

Una base estable de donantes regulares, voluntarios y no remunerados permite garantizar un suministro fiable y suficiente de sangre no contaminada. Los donantes regulares, voluntarios y no remunerados son el grupo de donantes más seguros, puesto que son los que tienen la menor prevalencia de infecciones transmisibles por la sangre.


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