sábado, 26 de marzo de 2016

Mujeres embarazadas hacían fila en el Bracamonte para dar a luz

“¡Paso, paso, otro parto!”. Así vociferaba una enfermera ayer, Viernes Santo, en la sala de obstetricia del Hospital Daniel Bracamonte, donde muchas mujeres hacían fila para desembarazarse.

Esa sala de especialidad, concretamente, colapsó ayer por la cantidad de parturientas que esperaban su turno para dar a luz: hacían fila. Unas lo hacían sentadas en las sillas de espera, otras en silla de ruedas, pero ninguna en una cama como suele ser la forma más adecuada, porque sencillamente estaban copadas las 20 camas existentes.

Nada fuera eso, en los pasillos, las mujeres que tenían una dilatación más avanzada se quejaban a gritos por las contracciones, mientras que el personal de salud hacía todo a su alcance para atender a las parturientas.

Incluso, quizá por el ajetreo, algunas mujeres ya no eran ingresadas en camilla a la sala de partos, sino en una silla de ruedas. En resumen, ayer hubo una “avalancha” de partos en el área de obstetricia. Ese calificativo no es exagerado.

De acuerdo con los datos proporcionados por el médico de guardia de la sala de especialidad, John Subia Castro, dijo que en esa área solo hay 20 camas, pero que estaban ocupadas todas.

“Prácticamente estamos colapsados, todas las camas están ocupadas, no tenemos una sola libre”, aseveró. Y explicó que ayer hubo más ingresos que altas. “Esta mañana (por ayer) damos seis altas y ahora hay como diez pacientes esperando y no tenemos espacio”, declaró visiblemente preocupado, mientras el ajetreo del personal en los pasillos era elocuente.

El médico fue honesto al declarar que ya no saben qué hacer por el incremento de partos existentes en el hospital.

"Baby boom"

"Aquí señor hay un baby boom", dijo una enfermera que estaba ajetreada con la atención a las mujeres que hacían fila para ingresar a la sala de partos.

Entre tanto, también se oyeron quejas. Limbert Cayo lamentó que en el Hospital Obrero no hayan querido atenderla a su hija que estaba a punto de dar a luz y, por eso, lo trasladó al Bracamonte.

“Prácticamente estamos haciendo fila, nos han dicho que no hay camas, estamos esperando", dijo visiblemente molesto por la difícil situación que le tocó vivir ayer con su hija.

Usan la sala de emergencia

El médico John Subia Castro admitió que usan la sala de emergencia para internar a las pacientes, pero no simplemente esa área sino también en cirugía y traumatología con el riesgo de que la mujer se infecte.

"La mujer embarazada tiene las defensas bajas y puede contaminar fácilmente", declaró.

El galeno develó que para habilitar camas para nuevas pacientes, horas después que una mujer da a luz, dan de alta para ganar espacio físico.

"Solo son 20 camas, pero, a veces, atendemos entre 25 y 30 partos, no hay dónde ponerlas a las pacientes. Unas tienen que esperar hasta que otras tengan a su bebé", complementó.

Y reiteró que ahora está obligado a firmar más altas antes de las 24 horas de internación para liberar espacios para que ingresen las que hacen fila en la sala de partos.

El médico de guardia afirmó que diariamente en la sala de obstetricia se atienden entre 15 a 25 partos.

"El problema es de camas, si ya tengo 20 camas ocupadas, ¿dónde pongo a las 15 o 25 nuevas que tuvieron parto?", preguntó el galeno a el Potosí.

“Prácticamente estamos colapsados, todas las camas están ocupadas".

John Subia Castro - Médico de guardia

“Prácticamente estamos haciendo fila, nos han dicho que no hay camas".

Limbert Cayo - Padre de familia

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