lunes, 25 de enero de 2016

Abandono de pacientes en hospitales tiene el rostro de la tercera edad

Don Jorge Q. M. tiene 62 años. Ingresó al Hospital de Clínicas el 7 de octubre del año pasado. Fue dado de alta hace más de dos meses, pero no puede salir del pabellón de Medicina Interna II debido a que ningún familiar suyo aparece. Está abandonado.

A pesar de ser "muy pícaro”, como comentan las enfermeras que lo supervisan, tiene dificultades al hablar y en lo poco que se le entiende, expresa ese lamento.

Como este paciente, muchos ancianos en La Paz ingresan a centros médicos y hospitalarios, junto a un familiar o a veces se internan solos. No obstante, con el paso del tiempo, debido a la situación que atraviesan, los otros internos –junto a los médicos, enfermeras y trabajadoras sociales– se convierten en lo único que tienen.

"A la fecha, continúa con alta médica y se encuentra en situación de abandono e indigencia, pese a que se hizo convocar a sus familiares mediante los medios de comunicación y ubicación domiciliaria... El paciente se encuentra en total abandono”, se lee en el informe que la trabajadora social Aurelia Aduviri redactó el 1 de diciembre de 2015 sobre el caso de don Jorge.

La jefa de Trabajo Social del Hospital de Clínicas, Martha Blanco, es consciente de que la labor de los centros médicos es la de brindar atención y el mejor servicio posible a todos los enfermos. Sin embargo, explica que en este tipo de casos la situación "se complica”, dado que siendo ése un establecimiento de salud, a veces termina "jugando el rol de un asilo”.

"No hay referente familiar, no hay quién se haga cargo de los abuelitos y las abuelitas, y permanecen en esta unidad mucho tiempo (...). En muchos casos hemos acudido a Identificación para que les puedan sacar un documento de identidad, un certificado de nacimiento, que nos posibilite viabilizar su atención a través del seguro”, comenta Blanco.

En el Hospital Obrero, varias cuadras más arriba, también se conocen historias similares. Al respecto, una de las enfermeras de este centro médico -que prefiere no identificarse- recuerda que en una ocasión llegaron familiares de un adulto mayor preguntando si éste "ya se había muerto”, después de estar más de un mes internado y sin visita de ninguno de ellos.
El abandono de ancianos en centros de salud y otros lugares es algo que está sucediendo con más frecuencia, confirma el expresidente de la Asociación Nacional de Adultos Mayores, Carlos Loza. "Es lamentable que la sociedad se esté deshumanizando. Hemos visto adultos mayores abandonados en los hospitales, en los albergues, en los centros de acogida, en los asilos y que los hijos se olvidaron de ellos, ya no tenemos parientes”, expresa Loza.

La trabajadora social del séptimo piso del Obrero, Jhannet Peña, recuerda que el año pasado se registraron al menos cinco casos en su área, los cuales pueden calificarse como abandono. Esta profesional explica que ante esa situación se estableció una suerte de protocolo para evitar que se consuma aquello: siempre buscar a un familiar por más lejano que sea, ya que los de primer grado "no siempre aparecen”.

Saine Villarroel, una de las responsables de Trabajo Social de este centro médico, cuenta que por lo general los adultos mayores varones "suelen llegar a Emergencias, solos y desorientados”. En este tipo de circunstancias, los familiares –una vez identificados– no acostumbran a contestar el teléfono o manifiestan que irán en el transcurso de la jornada, pero aparecen días después.

"Muchas veces hemos tenido pacientes que indican no tener familia y es evidente porque no son asistidos por ningún miembro allegado. Son atendidos a veces por los vecinos y en algunas ocasiones por las empleadas domésticas”, comenta Villarroel.

Diputada Sonia Brito: CPE y una ley no son suficientes

En la actualidad, en algunos centros médicos de La Paz los familiares de algunos adultos mayores los tienen en situación de abandono. Sobre esta situación, el numeral II del artículo 68 de la Constitución Política del Estado establece la prohibición y sanción a toda forma de maltrato, abandono, violencia y discriminación a las personas adultas mayores.

Para la diputada Sonia Brito, secretaria del Comité de Derechos Humanos e Igualdad de Oportunidades, el que la actual Carta Magna sea garantista de los derechos de las personas de la tercera edad y el que exista una Ley de Personas Adultas Mayores (369) no es suficiente para poner fin a este tipo de situaciones.

"La ley dice en su inciso b que las familias deberán promover entornos afectivos que contribuyan a erradicar la violencia, promover la integración intergeneracional y fortalecer las redes de solidaridad y apoyo social, pero vemos que no existe una conciencia ciudadana de responsabilidad con los adultos mayores”, manifiesta la asambleísta.

Situación de las personas de la tercera edad

Informe En ocasión del "Mes del adulto mayor”, en agosto del 2015, el Servicio de Gestión Social (Sedeges) de La Paz mediante un informe situacional reveló que "más del 71% de las personas de la tercera edad viven en hogares administrados por el Estado, pero en situación de abandono”.

Herencia Un centro médico de La Paz registró en 2015 un 20% de casos en los que los familiares de adultos mayores internados desaparecieron luego de que sus padres/abuelos les hicieran papeles de sus bienes. El "abandono por despojo de bienes” es una forma de olvidarse voluntariamente de sus familiares adultos.

Censo Según datos del Censo Nacional de 2012 del Instituto Nacional de Estadística, en el país residen más de 800 mil personas adultas mayores. Hasta ese año, La Paz era el departamento con mayor cantidad de personas de la tercera edad, haciendo un total de 274.404.

Hospitales En la actualidad hay algunos casos de pacientes de la tercera edad que son abandonados por sus familiares en centros médicos. Pueden estar en esa situación varios meses.

Cuando hay intereses de por medio

Después de haber dedicado una vida a los hijos hay muchos adultos mayores que son abandonados a su suerte en hogares o casas de acogida. También hay aquellas personas de la tercera edad que por cuestiones de salud llegan a centros médicos y corren la misma suerte.

Sin embargo, se registran casos donde los intereses patrimoniales de estas personas entran en juego y de la noche a la mañana aparecen los familiares que los tenían en abandono, pero sólo hasta cerciorarse de que el abuelito o la abuelita les deja algo.

Y es que, una vez desahuciados, o habiendo designado los bienes para sus herederos, éstos -generalmente familiares cercanos- se desentienden de la situación de sus padres y abuelos porque ya obtuvieron lo suyo.

Según datos de una institución de salud, cuyos directivos prefirieron no se mencione el nombre, sólo en 2015 se manejaron cifras de hasta un 20% del total de casos atendidos, los cuales ellos llaman "abandono por despojo de bienes”.

Saine Villarroel, trabajadora social del Hospital Obrero, cuenta que en varias ocasiones los pacientes ancianos indican no tener familia y que pese a que aquello se evidencia, luego cuando fallece aparecen sus llegados.

"De repente él o la paciente fallece y recién aparecen los familiares seguramente para averiguar cuánto de herencia han dejado; no es frecuente pero alguna vez hemos tenido esos casos”, comenta Villarroel, quien al mismo tiempo lamenta que se den este tipo de situaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario