domingo, 8 de noviembre de 2015

En el Valle Alto “está prohibido” que se enfermen fuera de horario


Soledad llegó a las 18:00 horas al hospital de Tarata con su niño de dos años en brazos. Tenía problemas estomacales, pero a esa hora el pediatra ya no estaba.

El pequeño fue trasladado en una ambulancia a Cliza, donde funciona el maternológico San Juan de Dios. Presentaba un cuadro de infección que le provocaba vómitos y diarrea, por lo que fue internado.

El hospital de Tarata, al que pertenece el niño, tiene la característica de primer nivel porque los especialistas en pediatría y ginecología trabajan allí solamente entre 6 y 8 horas diarias, es decir, como máximo hasta las 16:00 horas.

La misma situación se da en los municipios de Arbieto, Tiraque, Tolata, Toco y Cliza, entre otros, donde “está prohibido” enfermarse fuera de ese horario.

El problema del hijo de Soledad no era tan complicad y podía haber sido atendido en Tarata, pero el que los síntomas se hayan presentado luego del horario de trabajo de los especialistas, cambió toda la forma en la que debería realizarse su atención.

Ahora debe permanecer internado en Cliza y su madre acompañarlo hasta que se recupere.

Aunque el viaje de Tarata a Cliza no dura más de media hora, ella indica que no puede retornar a su casa dejando a su hijo en un lugar extraño.

En otras ocasiones, cuando también necesitó atención médica, recuerda que fue enviada a Punata, por lo que ya conoce la ruta de la peregrinación por la salud en el Valle Alto.

Tarata solo cuenta con un hospital de primer nivel y los habitantes están obligados a buscar atención en horas de la mañana, si se trata de complicaciones ginecológicas o pediátricas, pues son las únicas dos especialidades que tienen.

Otras enfermedades deben ser atendidas en los centros de salud más cercanos que están en Cliza y Punata. Este último, es el más completo, sin embargo hay casos que debe referir a otros hospitales porque al ser de segundo nivel, no cuenta con una sala de terapia intensiva, por ejemplo.

ARBIETO

En el municipio de ingreso al Valle Alto, Arbieto, hay un hospital de primer nivel y cuatro postas de salud. Se atienden solamente las necesidades básicas de la población como odontología, medicina general y una vez al mes los visita una ginecóloga que atiende a mujeres por el Bono Juana Azurduy de Padilla.

En el centro de salud de Copapugio, la gente hace fila desde las 7 de la mañana para la atención. Ahí escasean los asientos y la gente utiliza el piso para descansar mientras espera su turno.

Son raras las veces que los pacientes deben ser trasladados a otros centros médicos. Esto se debe a que conocen que solo se atiende lo básico y no acuden ahí cuando hay una complicación.

La responsable de este centro, Graciela Crispi, que es enfermera, dice que la mayoría de las atenciones son de niños con resfríos o diarreas. Reconoce que hace falta mayor equipamiento e infraestructura para la atención que es solo hasta las 16:00 horas, todos los días.

En ese horario también deben realizar tareas de prevención. Crispi sale una vez a la semana a las comunidades. Tiene a su cargo ocho poblaciones, donde hace visitas a la gente, casa por casa, para saber cuál es su estado de salud.

TARATA

La actividad en este hospital de primer nivel también empieza a las 7:00 horas, con la llegada de los primeros pacientes que hacen fila por fichas.

Cuenta con infraestructura moderna, con camas para la internación de adultos y niños, pero por lo general nunca están vacías.

Aunque tiene un servicio de emergencia las 24 horas, el médico general no puede resolver todos los casos. En horas de la tarde y de la noche, los pacientes que hacen consultas con cuadros complicados son trasladados a Cliza y Punata.

CLIZA

El nivel del maternológico San Juan de Dios no está bien definido. Tiene solamente dos especialidades que son ginecología y pediatría. Esta última no funciona los viernes y domingos por falta de médico.

El servicio de emergencia del hospital funciona las 24 horas, pero también se hacen referencias de pacientes a Punata.

La mayor atención se da a las mujeres embarazadas y se realizan partos a diario.

El centro médico tiene una capacidad de internación para al menos 30 pacientes y cuatro neonatos en una sala especial.

PUNATA

Es el centro principal de atención en salud del Valle Alto.

Allí, las emergencias y las especialidades de ginecología, pediatría, medicina interna y cirugía se atienden las 24 horas del día. Es aquí donde termina la mayoría de los pacientes que peregrinan por un especialista en otros centros de salud del Valle Alto.

Es el centro más saturado de la zona y las camas están llenas todo el tiempo.

“En emergencia le tenemos que decir a un paciente que se pare y a otro que se acueste porque la capacidad ya es insuficiente”, dijo la directora del hospital Manuel Ascencio Villarroel, Marlene Velásquez.

En busca de mejorar la atención, la alcaldía de Punata realiza la ampliación de la infraestructura para que tenga una capacidad de internación de entre 50 y 150 pacientes. Sin embargo, el proyecto que debía ser entregado el 2016, no supera el 50 por ciento de avance.


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