martes, 22 de septiembre de 2015

Hospital Materno Infantil Microcirugía para extirpar tumor en la base del cráneo

Seis meses atrás, doña Cecilia empezó a sentir dolores de cabeza. Dolor que se fue acentuando a medida que pasaban los días. Este malestar se hizo tan intenso que no solo afectó a la vista –quedó prácticamente ciega–, sino que paulatinamente los sentidos del gusto y olfato también dejaron de cumplir sus “funciones”.

Doña Cecilia, su esposo y nueve hijos recorrieron varios centros médicos en busca de socorro. En la Caja Nacional de Salud tampoco encontraron la respuesta esperada; aquí, en principio, el personal médico no siempre la trató y dio una atención adecuada; larga espera para estudios clínicos que ameritaba sean urgentes. La indiferencia tampoco estaba ausente ante un caso que se convirtió ya en delicado. Lo peor es que los médicos, incluso privados, no “acertaban” con el diagnóstico.

Empezó el peregrinaje; le dijeron que tenía sinusitis o algún problema de la vista, entonces visitó al oftalmólogo, al otorrinolaringólogo y otros especialistas, pero el dolor persistía.

En realidad, doña Ceci tenía un tumor bajo el cerebro que le estaba anulando varios sentidos y que, además, tenía ya todo el rostro hinchado. La respiración por la nariz fue ya imposible.

Ante este panorama, la familia de doña Cecilia pensó ya en vender su casa y, de ese modo, acudir a más consultas privadas. Pero no todo fue malo en esos seis meses de peregrinaje, hubo un día que se encontraron con el doctor Martín Aliaga Rocabado, neurocirujano del Hospital Materno Infantil de la CNS, quien viabilizó, en forma inmediata, su tratamiento.

El diagnóstico era el siguiente: un tumor ya voluminoso en la base del cráneo que necesitaba una cirugía casi de forma inmediata. La intervención quirúrgica duró diez horas y fue exitosa.

Hoy, la familia de doña Cecilia no sabe cómo agradecer a los médicos Martín Aliaga Rocabado y Gabriel Poma, quienes estuvieron pendientes de la evolución de la cirugía que le fue practicada. Ahora, la pesadilla quedó en el pasado y solo queda como recuerdo los cuarenta puntos en la parte frontal de su cabeza.

CIRUGÍA DELICADA

La microneurocirugía era tipificada como complicada tuvo una duración de 10 horas, fue realizada en el Hospital Materno Infantil. La paciente que ya había perdido los sentidos de la vista, oído y olfato fue sometida a la extracción de un tumor de unos 300 gramos, ubicado en la base del cráneo.

La técnica para extraer el tumor a Cecilia Callisaya Limachi se denomina microneurocirugía endoscópica transnasal y transcraneana para acceso a la base del cráneo.

El galeno Martín Aliaga Rocabado, neurocirujano del HMI, indicó que este tumor, llamado “Cordoma de Clibus” no es frecuente y se realizó por dos accesos: transnasal endoscópico y también por una vía transcraneal, métodos por los cuales se accedió y visualizó el tumor en toda su extensión.

El acceso al tumor permitió resecarlo –recalcó Aliaga– la resección amplia y llegar hasta la misma base de la implantación, hecho que permitió una mejoría clínica de la paciente desde los primeros días postoperatorios.

La clave del éxito de estas cirugías radica en diagnosticarlas en el momento oportuno y realizar una resección amplia del tumor, para de esa manera prolongar el tiempo y calidad de vida del paciente. La primera cirugía es fundamental para el pronóstico de estos pacientes.

Para esta cirugía se tuvo que abrir la parte frontal del cráneo que permitió exponer toda la región anterior del cerebro y, de esa forma, resecar toda la parte frontal del tumor. El endoscopio tuvo la tarea de controlar la hemorragia porque estos tumores sangran mucho, además de visualizar el tumor de otro ángulo para continuar con su resección.

Martín Aliaga Rocabado dio a conocer que este tipo de tumores se expanden y crecen hasta invadir los senos cavernosos del cerebro y a la parte basal por donde transita el nervio óptico de ambos lados hasta llegar al tronco cerebral. Esta enfermedad ocasiona la pérdida de la vista y su movilidad, también el sentido del olfato, el gusto, afectando posteriormente los pares craneanos bajos con un desenlace fatal porque el tumor destruye toda la parte anterior y media de la base del cráneo.

Por otro lado, el volumen de la lesión hizo que la respiración de la paciente sea cada vez más dificultosa, porque el tumor ya ocupaba la parte posterior de las fosas nasales. Después de la cirugía, la paciente volvió a respirar por la nariz, además de recuperar la vista, el olfato y el sentido del gusto.

PACIENTE

En tanto la paciente con alta médica desde el 20 de agosto, a pesar de su edad, resistió muy bien la cirugía y ahora es controlada con radioterapia para que el tumor no vuelva a crecer, además que se le practicará estudios de resonancia magnética periódicamente.

Este tipo de cirugías, por el momento, solo se realizan en la Caja Nacional de Salud ya que otros entes de salud, públicos y privados, no cuentan con los equipos –endoscopio y microscopio para microneurocirugía– que son necesarios para este tipo de intervenciones quirúrgicas.

El equipo médico estuvo conformado por los médicos: Martin Aliaga Rocabado (neurocirujano), Gabriel Poma (otorrinolaringólogo), Roberto Salinas (anestesiólogo), Juan Carlos Maldonado (anestesiólogo), Scarleth Moore, César Nina, Russel Zuñagua, Reynaldo Laura y Pamela Llanos (anestesióloga).

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