La principal patología ocular que atienden en la Fundación Kawarina es la ceguera debido a las cataratas. En el primer semestre de esta gestión atendieron a 900 pacientes y realizaron 40 cirugías.
Desde hace 12 años la Fundación Kawarina atiende a pacientes de escasos recursos económicos, provenientes de los barrios periféricos de Sucre y de las provincias, destacó el oftalmólogo Ivan Laredo, que trabaja junto con sus colegas Felipe Costales y David Moya.
Inicialmente desarrollaban campañas, ahora la atención es permanente en predios de la Fundación Cardenal Maurer, en Villa Charcas.
Trabajaron en Tarabuco, en el hospital de Lajastambo y luego en Sucre.
Detectan cataratas, baja visión ocular y problemas como miopías y astigmatismos que provocan bajo rendimiento escolar o abandono. El objetivo es mejorar la calidad de vida de los afectados.
La atención consiste en consulta, diagnóstico, tratamiento, cirugía y convalecencia.
Kawarina cuenta con el apoyo económico de organismos internacionales que proporcionan diferentes insumos y medicamentos.
Los síntomas de la catarata son: visión borrosa y opaca, los colores lucen desteñidos, las luces de los automóviles, lámparas o la luz del sol parecen muy brillantes. No se ve bien de noche, puede haber visión doble o imágenes múltiples en un ojo y cambios frecuentes en la receta de los anteojos de contacto.
Si se tienen estos síntomas hay que acudir de inmediato al oftalmólogo, aconseja Laredo.
La operación de las cataratas es una de las más comunes en el mundo; es segura y eficaz. Alrededor del 90% de las personas que se operan ven mejor después de la cirugía.
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