viernes, 28 de agosto de 2015

Viedma Enfermos duermen en el piso y atención será 12 horas

Son las 04:10 de la madrugada. Osman y Sabina Galarza llegan a emergencias del Hospital Viedma junto a la única hija que tienen, Karina de 5 años.

Viajaron más de seis horas para no perder el espacio de atención médica que logró Osman después de tres semanas de buscarlo. Los padres agradecen a Dios que finalmente llegó el día de la consulta.

Sabina será intervenida quirúrgicamente a las 08:30 de la mañana. Le extirparán un tumor que tiene hace tiempo, reveló Galarza.

Prendidos de cobertores made in china y varios cartones que recogieron camino al hospital, improvisan una cama matrimonial cerca a la puerta de ingreso.

Sabina se echa primero en la improvisada cama . Hace lo mismo Karina con ayuda de su madre y finalmente, Osman, quien arropa a la mujer y la niña.

Los tres descansan finalmente sobre el gélido piso de cemento.

La imagen se repite en el Viedma también con otros enfermos. De hecho no muy lejos de la cama de cemento de la familia Galarza, otros pacientes hacen lo mismo.

Duermen arrimados a los pilares del hospital, sobre las bancas de madera que existen, esperan el alba que llega junto a la hora oficial para recibir atención en fila aguantando frío e incomodidades.

El sacrificio que hacen centenares de enfermos y familiares finalmente tiene recompensa.

El reloj marca las 05:20 de la mañana y el responsable de la venta de fichas ordena al guardia de seguridad abrir el portón de vidrio del hospital para comenzar a distribuir cupos para la atención médica.

DOCE HORAS Para cambiar está situación, el director ejecutivo del complejo hospitalario Viedma, Eduardo Amaya, arrancó un proceso agresivo de transformación.

Con solo seis días en el cargo, viene aplicando una “cirugía de fondo” a décadas de ineficiencia administrativa en el hospital, pero sobre todo para superar los malos tratos a los pacientes.

El “cirujano de guerra”, como se declaró, puso manos a la obra.

En menos de una semana logró tres cosas.

Primero, un plan de atención médica que en adelante ampliará las horas de consulta externa en el hospital por 12 horas ininterrumpidas.

“Vamos a trabajar de 8 de la mañana a 8 de la noche”, anunció.

La segunda tarea que realiza es ampliar la cantidad de médicos de cabecera de 60 a por lo menos 120 en los cuatro hospitales que tiene el Viedma.

“Tendremos además de los médicos a contrato, residentes y profesionales que debieron hacer el año de provincia”, detalló Amaya.

Finalmente, logró que el Ministerio de Salud le dé un ítem adicional para un profesional en neurocirugía y otro más para atender geriatría (pacientes de la tercera edad) para desterrar filas y madrugadas inhumanas que aún existen en el Viedma.

Médicos de provincia trabajarán todos los días de la semana

Para descongestionar la cantidad de pacientes que a diario llegan al Viedma, el director ejecutivo del complejo hospitalario, Eduardo Amaya, anunció ayer que los médicos que trabajan en los centros de salud que existen en las provincias trabajarán todos los días de la semana.

“Van a tener que cumplir labores profesionales como lo hacemos en el Viedma, con turnos de 24 horas que incluyen días sábados y domingo” declaró el galeno.

Con ese fin, propuso a la directora del Servicio Departamental de Salud (SEDES), Lidia Astroña, que convoque a los profesionales que desempeñan labores en cirugía, pediatría, ginecología y medicina interna para que puedan reorientar sus actividades en función de un nuevo cronograma.

Si el plan funciona de manera eficiente, la directora tendrá que apoyar decisiones ejecutivas pidiendo un “balance quirúrgico-médico” para evaluar seriamente resultados de gestión, dijo.

“Debemos saber qué hacen, qué horarios cumplen y qué resultados dejan”, acotó.

120

Médicos

Tendrá el hospital Viedma para atender a centenares de enfermos que llegan no solo de las provincias, sino también del interior del país.

La mayoría de los profesionales serán residentes.

Opiniones.

Justino Villca Ramos

Hijo

Mi madre está enferma. Llegamos desde la población de Acasio, Norte de Potosí.

Los médicos tienen que hacer una intervención quirúrgica al vientre de mi madre, pues tiene un tumor que crece día a día.

Los trámites para internarla son muchos y por falta de documentos tuvimos que regresar varias veces para asegurar el tratamiento.

Víctor Touca León

Padre

Llegué desde Sacaca, en Potosí, hasta el hospital para asegurar la operación de mi hija María. Duermo en el hospital hace tres semanas.

Los trámites que me piden son muchos y algunos no entiendo de qué se trata.

Hasta ahora pagué más de 1.000 bolivianos porque los médicos me piden medicamentos, vendas, calmantes y otras cosas.

Nelson Valdez

Hijo

Mi madre vino de madrugada para que pueda recibir tratamiento médico.

Hace años sufre de diabetes y es hora de que el médico vea como está y el avance de la enfermedad.

Viene desde la localidad de Luribay, en la provincia Larecaja del departamento de La Paz.

Llegamos hasta este hospital por el prestigio que tiene.

Roberto Carlos M.

Paciente

El eslogan del hospital dice que nació en 1884 y que el año 2009 cumplió 185 años.

Como verá usted la población tendrá que esperar entonces otro siglo para tener un nuevo hospital.

Como todos los días tengo que madrugar para tener acceso a una ficha para una atención médica especializada. Los enfermos estamos castigados por la indiferencia.

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