La reconstrucción del Hospital General de Oruro demanda 990 mil bolivianos, con el objetivo de aplicar un plan de contingencias, donde se prevé la reubicación de salas, habilitación de ambientes y consultorios para los médicos, antes que se desplome el edificio principal.
El nuevo director del hospital, Javier Mercado, dijo que el plan de contingencias fue presentado a la Gobernación Autónoma Departamental de Oruro, hace tiempo, pero “hasta la fecha no existe respuesta” de parte del secretario de Desarrollo Social, Martín Mollo.
El hospital “se encuentra en total hacinamiento”, donde no hay espacio ni siquiera para recibir a los pacientes ni efectuar la revisión médica a la gente que llega a ese nosocomio. Algunos catres tienen que ser colocados fuera de las salas de internación y los médicos no tienen oficinas para atender casos de emergencia.
“No existe ni siquiera insumos para la atención, ni siquiera con los especialistas, que tampoco los tenemos”, afirmó Mercado.
Según la Ley de Autonomías, se responsabiliza a los gobiernos departamentales el mantenimiento de los hospitales, pero hasta la fecha, después de tres años de gestiones, la Municipalidad de Oruro no concretó la transferencia de los bienes a poder del Gobierno Departamental.
El plan de contingencias consiste en utilizar un auditorio para la instalación de una sala de internación de mujeres, el traslado de la sala de emergencias a otro sector y la habilitación de una sala de farmacias. Incluso con ese proyecto, no se resolverá el conflicto de hacinamiento.
Mientras tanto, por encargo de las autoridades municipales y de la gobernación, se efectuó el cierre del paso de peatones en la puerta principal del hospital, porque las paredes tienen enormes rajaduras y que, en cualquier momento, se puedan desplomar. El área fue cercado con malla de seguridad.
Los cimientos están hundidos. Los muros de piedra granito, colocados hace más de cien años, están cada vez más adentro de la tierra y en otros sectores, se pueda advertir grietas. Todos los consultorios de los médicos fueron cerrados y abandonados por los galenos, por razones de seguridad.
El profesor Martín Mollo, que se encuentra a cargo del sistema de salud de la Gobernación de Oruro, no pudo explicar los alcances del plan de contingencias. Tampoco quiso dar detalles de la forma en que se está encarando este problema del hospital, porque “no se ha efectuado la transferencia del edificio a poder de la Gobernación”.
“Para la habilitación de ambientes, se necesita dinero. Eso debe dar la Gobernación. Hasta el momento no existe absolutamente nada. Ni siquiera existe un perfil para encarar este plan de contingencias”, agregó el director del hospital.
Para la construcción de un nuevo edificio en el mismo lugar del hospital, se requieren 9 millones de bolivianos. El edificio sería de tres pisos y salas de internación en otro lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario