El hospital general San Juan de Dios ha sido construido en 1920, para salvar vidas. Después de 95 años, aquel edificio impresionante, con una portada de piedra y con pilares de puro granito está a punto de desplomarse. Las paredes están rajadas y hundidas y hoy se constituye en un peligro para todos.
La reciente inspección que realizaron las autoridades de la Asamblea Legislativa Departamental de Oruro (Aldo), no sólo ha servido para mirar las deficiencias, sino para advertir que el edificio se puede desmoronar en cualquier momento. Los pilares han cedido y no existe un lugar como para salvar ese edificio.
Ya ha pasado un año desde que se decidió desalojar los ambientes, con la esperanza de conseguir financiamiento para hacer una nueva construcción, pero hasta la fecha, no se ha puesto remedio a esa situación, afirmó el asambleísta Eduardo Campos Velasco. Dijo que existe preocupación de todos, por la forma en que se está atendiendo en ese vetusto inmueble.
El edificio que está ubicado frente a la calle San Felipe ya no tiene remedio, según los técnicos que se dedicaron a estudiar el caso. El piso ha cedido en todas partes, como consecuencia de las torrenciales lluvias y por las filtraciones. Por los techos, ingresa agua en cualquier momento. Los enormes árboles de pino, que se encuentran dentro del patio, también han deteriorado los cimientos del edificio.
Las raíces han buscado su mejor espacio y han provocado humedad. El edificio está abandonado y se debe caminar con mucho cuidado. Los pisos de machihembre suenan a cada paso y están hundidos. Las puertas de los consultorios ya no se pueden abrir, cuando los médicos tratan de llevar los pocos instrumentos que tienen. Tampoco pueden atender en esas condiciones y prefieren llevar a los pacientes al patio para preguntarles sus dolencias y para darles alguna receta que pueda apaciguar los dolores.
El presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, Reynaldo Llanque, dijo que las condiciones en que trabajan los médicos y enfermeras, son realmente infrahumanas y que no se puede jugar con la vida de las personas. Por eso, señaló que es urgente la contratación de nuevos edificios o ambientes, por lo menos para la instalación de los consultorios internos, para que puedan atender a los centenares de pacientes que llegan todos los días a este hospital.
La Asamblea decidió aprobar una ley de urgencia, para “desconcentrar todos los servicios del Hospital General San Juan de Dios, para que los más urgentes y necesarios se puedan trasladar a los hospitales de segundo nivel Walter Khon y Barrios Mineros, donde se pueda atender en mejor forma a los enfermos.
Desde hace un año, el Sindicato de Ramas Médicas en Salud Pública y el Servicio Departamental de Salud han exigido la contratación de oficinas para atender las consultas, pero han pasado los doce meses y no hay ningún resultado.
El alquiler de los ambientes significaría 26 mil bolivianos por mes. “Con ese dinero, se podría contratar más profesionales para dar uso a los equipos que existen en los hospitales de segundo nivel”, afirmó Llanque.
Dijo que, por eso, los asambleístas han visto por conveniente oponerse a la contratación de ambientes en alquiler, porque sería gastar dinero, sin resultados.
“En los otros hospitales de los Barrios Mineros y de la zona Walter Khon existen ambientes que no están siendo utilizados. Por lo menos hay un 40 por ciento de espacios que no se utilizan. Por eso, les pido a los médicos hacer un sacrificio por el pueblo orureño, para que viabilicen el traslado de los ambientes a los otros hospitales de segundo nivel, ante la emergencia que se ha presentado en el único hospital de tercer nivel, San Juan de Dios”, dijo.
Sin embargo, no tiene todo en ruinas. Se puede seguir utilizando el Materno Infantil, que es un edificio relativamente nuevo, que funciona aparte del edificio principal. Sin embargo, los técnicos han recomendado tomar previsiones al respecto, porque un derrumbe del edificio principal, podría afectar al otro edificio colindante.
El 19 de julio del 2009, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) declaró a ese hospital como el “Hospital amigo de la madre y la niñez”, como reconocimiento a su desempeño y compromiso institucional con el fomento de la lactancia materna y la promoción de las buenas prácticas de alimentación de los recién nacidos.
La declaratoria fue efectuada porque en ese hospital se siguen los once pasos hacia una lactancia materna exitosa, con el objetivo de cumplir las metas del Programa de Desnutrición Cero.
La calificación alcanzó al 97.7 por ciento, por el esfuerzo de los médicos y las enfermeras y por la comprensión de las madres. El edificio Materno Infantil sigue funcionando en ese edificio, pero también requiere una remodelación oportuna, después de más de 20 años de constante uso.
La construcción de un nuevo hospital de tercer nivel fue iniciada hace dos meses en Oruro, pero esa obra será terminada recién dentro de dos o tres años.
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