- Decenas de pacientes esperan atención de los médicos en medio de la lluvia en el Hospital General San Juan de Dios de Oruro, mientras que sus parientes tienen que hacer fila desde las 5 de la mañana, sin lograr su objetivo, porque “solamente se atiende a diez personas”.
“Los pacientes tenemos que mojarnos en la época de lluvia. Tenemos que esperar a los médicos y a las enfermeras en el patio. Es el único hospital en el mundo que no reúne condiciones para atender a los enfermos y, si alguien quiere hacerse atender, tiene que esperar en el patio, en medio de la lluvia”, afirmó José Carlos Ugarte Zenteno.
“Estamos muy molestos contra estas condiciones de trabajo del Hospital General. No sé cómo los médicos tienen que soportar estas incomodidades. Los médicos tienen que deambular por diferentes lugares, para cumplir su horario de trabajo e irse inmediatamente”, dijo.
Juana Mendoza López, por su lado, expresó que se encuentra en silla de ruedas, “con dolencias en la rodilla, pero tengo que esperar al médico, para que me revise, haciéndome mojar, pero para lograr una ficha, mis hijos han tenido que llegar al hospital a las 5 de la madrugada y las oficinas recién se abrieron a las 8:30 horas”.
La directora del Servicio Departamental de Salud, Carla Ledezma, reconoció que las condiciones de trabajo son muy complicadas para los médicos y enfermeras, pero también para los pacientes, porque no se pueden utilizar las oficinas del antiguo edificio de la calle San Felipe, entre 6 de Octubre y Potosí, porque “está a punto de caerse”.
El edificio fue desalojado en marzo del 2014, pero desde entonces, las autoridades del Gobierno Autónomo Municipal de Oruro y del Gobierno Autónomo Departamental, “no han encontrado una solución a este panorama muy complicado para los enfermos”.
“Se han buscado otros ambientes para alquiler, pero hasta la fecha no se ha tomado ninguna decisión, por parte de las autoridades de la Gobernación de Oruro. Se están analizando las posibilidades”, dijo Ledezma, a casi un año del problema.
Mientras tanto, señaló que hay hacinamiento en los pocos ambientes que existen en el Hospital General. Reconoció que un hospital debe reunir ciertos niveles de condicionamiento para funcionar, pero el edificio actual donde se encuentran no tiene la más mínima condición para un trabajo tan delicado como el de salvar vidas.
Las enfermeras incluso tuvieron que habilitar depósitos para cocina o para enfermería, pero los pacientes, gritando de dolor, no pueden entrar sino tienen que hacer fila, esperando su turno, mojándose en el patio.
“Estamos viendo opciones”, expresó la directora del Sedes, pero no quiso entrar en mayores detalles.
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