Confirmaron que el paciente que falleció el lunes por la madrugada en el interior de una ambulancia del hospital de Punata, esperó una hora en la puerta del hospital Viedma, donde no fue atendido por falta de espacio.
La información la ofreció ayer la directora del hospital de Punata Manuel Ascencio Villarroel, Marlene Velásquez.
De acuerdo a la historia clínica del joven Erick Claros Córdova, de 23 años, ingresó al hospital de Punata a las 00.30 horas del lunes tras sufrir un accidente automovilístico en el cruce de Paracaya (carretera al Valle Alto).
Su situación era grave. Presentaba múltiples fracturas, incluso, una en la parte inferior del cráneo.
Velásquez dijo que el herido fue atendido y estabilizado. Luego lo entubaron y lo trasladaron a Cochabamba, al hospital Viedma, porque necesitaba cuidados en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI).
Los médicos internos Fabiola Rodríguez y Juan Carlos Alba acompañaron al paciente. Según su reporte llegaron al Viedma cerca de la 1.30 de la madrugada y no fueron atendidos.
Les explicaron que no tenían espacio en la UTI y que debían esperar.
Los médicos informaron a Velásquez que debieron turnarse para dar respiración al herido. Después de una hora, el joven falleció en la ambulancia a causa de un paro cardiorrespiratorio.
Se siguió el protocolo, explicó la autoridad.
Añadió que los casos de gravedad deben ser referidos a un centro de primer nivel.
Lamentó que no hayan atendido inmediatamente al accidentado porque se encontraba en estado crítico.
INVESTIGACIÓN El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Juan Carlos Castellón dijo que solicitará un informe escrito al director del hospital Viedma, Gastón Osorio, sobre lo sucedido en el caso Erick Claros.
Desde su punto de vista, los enfermos de urgencia siempre deben recibir una atención preferencial. "Los minutos ahí cuentan para salvar una vida" señaló.
Por su parte, Osorio reconoció que el paciente no fue atendido de inmediato por falta de espacio.
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