martes, 8 de abril de 2014

Portacuelo Hospital de Portachuelo recibe equipos

La hermana Laura Gonzalo Miguel, que dirige interinamente el hospital San José Obrero, se emocionó hasta las lágrimas ayer cuando recibió un lote de equipos médicos para el servicio de terapia intensiva neonatal, que permitirán dar una mejor asistencia a los bebés prematuros que nacen en dicho hospital.

Se trata de un respirador neonatal, de una campana de flujo laminar, de dos bombas infusoras y de un proyector de imagen, que fueron entregados por el padre Mateo Bautista, que impulsó una campaña en favor de dicho centro hospitalario.

De acuerdo con el padre Mateo el valor de los equipos asciende a los $us 50.000. El respirador fue adquirido con recursos de la campaña solidaria Responsabilidad Social de GTB – GasTransBoliviano, a la que se sumaron otras instituciones solidarias y, el resto de los equipos fueron donados por HP Medical y la empresa 3M.

El sacerdote destacó que en el mes dedicado a los niños (por el Día del Niño) se ha propuesto mejorar las condiciones de atención de los menores de edad en este y otros centros hospitalarios de la región.

“La terapia intensiva neonatal del hospital San José Obrero atiende a prematuros y a recién nacidos con bajo peso, algunos con solo 700 gramos, por lo que necesitan respiración mecánica para poder vivir”, dijo el religioso, al indicar que este servicio es único de ese tipo en las provincias.

Capacidad para 10 neonatos

Sor Gonzalo agregó que el servicio de neonatología cuenta con una capacidad para diez pacientes. “Atendemos a recién nacidos cuyas madres vienen de diferentes partes del departamento, principalmente del norte integrado. Actualmente tenemos niñas gemelas, de 1.000 gramos cada una, que están en buen estado de salud”, informó la religiosa.

Los nuevos equipos se suman a las seis incubadoras y dos respiradores que tiene actualmente dicha área.

El hospital también cuenta con un pabellón de pediatría, inaugurado en agosto del 2012 que tiene ocho salas de internación, con 94 camas. Allí se atiende diariamente a un promedio de 50 niños. La obra también fue gestionada por el padre Mateo Bautista

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