El primer centro especializado para personas con autismo se abrirá en junio en la zona alteña de Villa Adela, confirmó ayer la Asociación Boliviana de Padres de Niños con Autismo "Regresando a Casa” (ABPHA), con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.
Los miembros de la ABPHA llevan 11 años velando por el bienestar y los derechos de sus hijos con autismo. La presidenta de la institución desde el inicio, Elida Hidalgo, asegura que para la apertura del centro existe un compromiso por parte del Ministerio de Educación, que ya les ha cedido el espacio "Bartolina Sisa”, en Villa Adela (El Alto).
Se trata de disponer de un centro de referencia de carácter público, al que las personas con autismo y sus familiares puedan acceder desde el primer momento del diagnóstico.
Hidalgo se muestra satisfecha por el apoyo y el compromiso que ha recibido del Gobierno. La apertura del espacio está prevista para junio, después de la celebración del primer encuentro sobre autismo de padres y profesores de Bolivia. En ese evento, instructores de la Universidad de Carolina del Norte (EEUU) serán los encargados de impartir la correspondiente formación sobre el trastorno.
La presidenta de ABPHA es madre de un niño de 13 años con autismo. "El tratamiento para nuestros hijos supone un camino largo y requiere de mucha energía y recursos económicos”, reconoce. El objetivo consiste en "lograr que el niño vuelva desde su desconexión a la realidad”.
Por tanto, el tratamiento suele ser integral, incluyendo aspectos relacionados con la psicomotricidad, psicoterapia o ejercicio físico, como la natación.
Cuenta que cuando se enteró del diagnóstico de su hijo sintió la necesidad urgente de conocer cuáles eran las perspectivas del niño a corto y largo plazo. De esta forma decidió crear la asociación.
"La primera etapa es muy dura: hay mucha tristeza, rabia, resentimientos y te cuestionas muchas cosas. Es un duelo que vas asimilando y finalmente le das la bienvenida al ser querido que es tu hijo y te reconcilias contigo misma”, reconoce la madre.
Se muestra satisfecha por los logros obtenidos en los últimos años, fruto del trabajo con el Ministerio de Educación. Desde hace ochos años, la escuela fiscal 4 de Julio, en Tembladerani, dispone de un área especial para los niños con autismo.
La presidenta de la asociación también destaca que las autoridades públicas hayan reconocido que el autismo no puede estar en la categoría de discapacidad intelectual. "Son personas muy inteligentes y resaltan en materias como matemáticas, pintura y música”, reitera.
La asociación registra cada mes de dos a tres casos de familias que acaban de recibir el diagnóstico sobre su hijo. "Llegan destrozados, con mucho dolor porque en la mayoría de las ocasiones niegan la realidad”. En este sentido Hidalgo afirma que lo recomendable es justo lo contrario: "para que el niño mejore, lo más importante es el cariño de una familia unida”.
El próximo sábado, en conmemoración al Día del Autismo, tendrá lugar en la plaza Camacho una feria informativa sobre el tema a partir de las 10:00.
"Mi sueño es que mi hijo sea feliz”
Elida Hidalgo confiesa que una de sus mayores aspiraciones desde que nació su hijo Gastón con autismo es que pudiera decirle mamá. "Le rogaba a Dios que algún día tuviera que pedirle que se callara de tanto que hablaría”, cuenta.
Durante los primeros años su hijo manifestó uno de los principales síntomas del autismo: la ausencia total del lenguaje.
Para su grata sorpresa, Gastón mejoró con el paso del tiempo hasta el punto de que su sueño se hizo realidad. "Ahora -relata- tengo que decirle que por favor no hable tanto”.
Su madre describe a Gastón como "un muchacho que se diferencia por su enorme sensibilidad. Es un ser puro, actúa siempre sin maldad ni hipocresía y es incapaz de mentir”.
Para su hijo, ahora lo único que la madre desea es "que sea feliz con la vida que tenga que llevar. Y que haga la actividad que le guste hacer”.
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