viernes, 25 de abril de 2014

cochabamba Materno atiende a pacientes en el piso

La demanda de atención de partos ha sobrepasado la capacidad del Hospital Materno Germán Urquidi. A diario el lugar está repleto de mujeres que luego de dar a luz deben esperar en camillas a que una cama esté disponible. Por versiones de familiares también se conoce que algunas se quedan en el suelo.

El hacinamiento se debe a varias razones. Las principales son la falta de infraestructura, la mala referencia de pacientes y la falta de personal. Actualmente, el hospital trabaja a un 120 por ciento de capacidad. Pero, la situación del área de Neonatología es más crítica debido a que funciona a un 140 por ciento de su capacidad.

Sin embargo, tras el colapso que sufrió la maternidad el miércoles por la noche, el director del hospital, Ángel Maida, remarcó que el servicio sólo debe “atender los casos que sean realmente difíciles, como un embarazo de alto riesgo obstétrico gemelar, cesárea previa, cáncer de cuello uterino y muchas patologías que se califican como de alto riesgo”. En tanto que, los partos normales y cesáreas sin complicación deberían tratarse en un hospital de segundo nivel.

El exceso de atenciones en el hospital se debe a que “hay un sistema de referencia que no funciona en todo el departamento.

Aunque en Punata, Quillacollo y Sacaba está empezando a funcionar. Algunos casos referidos son justificados y otros no”, afirmó Maida.

Explicó que las pacientes referidas no llegan en condiciones óptimas, porque a veces son enviadas en taxis, motos y sin compañía de paramédicos.

Maida expresó que tuvo que habilitarse una sala intermedia para los neonatos que salen de cuidados intensivos. Pero estos aún necesitan cuidados antes de ser dados de alta.

Médico: Faltan condiciones

El secretario ejecutivo del Sindicato de Ramas Médicas y de Salud Pública (Sirmes), Carlos Nava, informó que recibió denuncias de pacientes, pero que el colapso de los servicios no es responsabilidad ni de los médicos ni de los directores de hospitales.

“En la sala de dilatación se ha podido ver pacientes que están en el piso, con colchonetas. Pero ése no es un problema de los médicos ni directores, es un problema que atinge al Gobierno tanto nacional como departamental”, señaló.

Aseveró que no existen las condiciones de infraestructura, recursos humanos. Tampoco hay una sostenibilidad de equipos, ni de las condiciones de bioseguridad. “Esto es culpa de quienes conducen las políticas y estrategias de salud pero con mala calidad de gestión”, finalizó Nava.

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